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Manifiesto completo leído en la marcha del 8M


El 8M tuvo lugar el Paro Internacional Feminista. Buenos Aires tembló ante cerca de medio millón de mujeres. “Tomamos las calles. Construimos una agenda de demandas. Pensamos de nuevo el trabajo y el paro. Hilamos asambleas populares. Apostamos a la transversalidad profunda entre las disidencias y movimientos populares. Bailamos y reímos. Interrumpimos el cotidiano para fundar otros modos de vida”, señalaron desde el colectivo “Ni una menos”.  En ParqueChasWeb publicamos el documento tejido en las asambleas y leído en la Plaza de los Dos Congresos.

 

DOCUMENTO

Hoy estamos acá porque construimos juntas un segundo paro internacional feminista. Paramos contra los despidos, el ajuste del gobierno y por aborto legal, seguro y gratuito. Paramos porque venimos a decirle basta a las violencias femicidas y travesticidas y a las violencias económicas y estatales que las sustentan. Venimos produciendo este tiempo de desobediencia al patriarcado y al capitalismo que acumula fuerza en los territorios, revoluciona las casas, las camas y las calles. Venimos reclamando a todas las centrales sindicales la convocatoria al paro y la organización de asambleas.

 

Durante todo el año vimos cómo este gobierno intensificó la represión, las cacerías contra militantes y la criminalización de la protesta. Desde el feminismo nos autoconvocamos masivamente pidiendo justicia y aparición con vida de Santiago Maldonado. Denunciamos el crimen de Estado que asesinó por la espalda a Rafael Nahuel y que sigue en estos días reprimiendo a la comunidad mapuche.

 

Desde el movimiento feminista, evidenciamos el engranaje entre la familia patriarcal y el terrorismo de estado. Escuchamos, también en el transcurso de este año, a las ex hijas de genocidas desafiliarse de sus progenitores, evidenciando cómo la crueldad de los campos de concentración se traducía en crueldad en la intimidad del entorno familiar. Rechazamos que se les conceda prisión domiciliaria, libertades y amnistías a los represores. Nosotras volvemos a gritar que la única casa de los genocidas es la cárcel. Que no olvidamos ni nos reconciliamos. Y que desde el feminismo estamos construyendo una casa contra todas las formas de crueldad con que el capitalismo quiere aterrorizar nuestras desobediencias.

 

En diciembre salimos a las calles contra la reforma previsional, porque politizamos la reproducción de la vida y evidenciamos cómo las principales afectadas somos las mujeres y los cuerpos feminizados, haciendo público un diagnóstico feminista de la crisis. No hubiera habido diciembre sin nosotras. Politizamos, también, todas las formas de trabajo de las mujeres, lesbianas, trans y travestis porque trabajadoras somos todas. Frente a los despidos son las voces de las trabajadoras las que se potencian por el movimiento feminista, diciendo Ni Una Trabajadora Menos y llevando las demandas del movimiento a los ámbitos sindicales y laborales.

 

Nuestra fuerza callejera empujó a este momento histórico en el que el derecho al aborto legal, seguro y gratuito exige ser tratado en el Congreso y nos declaramos en alerta y movilizadas frente al uso oportunista del sistema político de nuestro histórico reclamo de autonomía.

 

Nuestra fuerza callejera hace que cuando una de nosotras habla, muchas otras se sienten acompañadas para romper el silencio: este año, en primera persona y colectivamente, desnaturalizamos las violencias sexuales. Ya no nos callamos más. Sin embargo, la violencia femicida y travesticida sigue des contando vidas. Anahí Benítez, Araceli Fulles, Micaela García, Vanesa Castillo, Camila Borda, son algunos de los nombres que gritamos este año. Exigimos la aparición con vida de Johana Ramallo y Yenilda Patiño. Este 8M también tenemos presente en nuestra memoria la tragedia que nos conmocionó un año atrás: el femicidio y crimen de Estado en contra de las 56 niñas del Hogar Virgen de la Asunción en Guatemala y de cada una de las víctimas de femicidios y travesticidios en todo el continente.

 

Contra todas estas crueldades, hemos desarrollado asambleas en las escuelas secundarias, en los lugares de trabajo, en los territorios en conflicto, en los hospitales, en las villas. En toda Argentina, las asambleas se han con vertido en espacios de inteligencia colectiva y de un feminismo transversal y popular, que hoy funciona como caja de resonancia de todas las luchas. No nos hemos quedado quietas durante este año. Nos reunimos en asamblea con las trabajadoras de Pepsico, en El Bolsón y en Jujuy. En América Latina las luchas se multiplican contra los despojos y estamos enlazadas con ellas. La marea feminista sigue creciendo como una fuerza internacionalista.

 

1 / Paramos porque somos parte de una historia colectiva e internacional.

 

#Toda lucha feminista es la que nos tiene a las mujeres, lesbianas, trans y travestis organizadas contra el patriarcado y el capitalismo en las calles, en las plazas, en los lugares de trabajo, en las casas y en las camas.

 

Tenemos una genealogía que nos conecta con el 8 de marzo como lucha histórica. Hoy somos millones las mujeres, lesbianas, trans y travestis movilizadas en todo el mundo y salimos a las calles en defensa de nuestras vidas y por nuestros derechos, por nuestros deseos y por nuestras autonomías.

 

Hoy estamos acá y traemos con nosotras, en cada una de nuestras luchas, a las 15.000 obreras textiles, en su mayoría migrantes, que marcharon por la jornada de 8 horas a principio del siglo XX en Nueva York; a las feministas de los siglos XIX y XX que lucharon por el voto, el trabajo, la educación, la representación política y por una sexualidad libre; a las que retomaron la lucha en los años 60/70 y especialmente a las feministas latinoamericanas; a las rusas que comenzaron la revolución de 1917 contra el zar; a las feministas negras de los 60; a las lesbianas y travestis que abrieron camino en el reconocimiento de otras existencias y corporalidades; a las grandes figuras y a las heroínas anónimas; a las desaparecidas y asesinadas en esta historia de lucha.

 

Estamos acá porque nos precedieron las luchas protagonizadas por las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y por las mujeres piqueteras.

 

Estamos acá porque cuando las mujeres del mundo nos organizamos la tierra tiembla. Lo sentimos con la lucha de las mujeres kurdas contra el estado nación y con la lucha antiimperialista de las mujeres palestinas con quienes hoy exigimos la libertad de la adolescente Ahed Tamimi. Lo vivimos con el paro internacional de 2017 realizado en 55 países, las movilizaciones del 3 de junio y 25 de noviembre en Argentina, y las marchas y acciones en muchísimos otros lugares del planeta. Estamos acá porque también traemos con nosotras las experiencias, discusiones y lazos que hemos construido entre todas en los 32 Encuentros Nacionales de Mujeres. Y porque nos reconoce mos en las luchas indígenas, populares y afrodescendientes: remarcamos el protagonismo de las mujeres en las luchas comunitarias por la vida y los territorios y en particular de las mujeres mapuches que enfrentan la ofensiva empresarial y represiva del estado argentino.

 

Homenajeamos a las asesinadas y pedimos justicia por: Bety Cariño en México (2010), Berta Cáceres en Honduras (2016), Laura Leonor Vasquez Pineda (2017) en Guatemala. Ellas, como tantas otras, son parte de una secuencia de “femicidios territoriales”, como se han nombrado estos crímenes políticos, por conflictos con los proyectos neoextractivistas de recolonización del continente.

 

2 / Paramos porque hacemos visible el mapa del trabajo en clave feminista y porque hemos tramado en asamblea alianzas transversales entre los distintos conflictos.

 

Paramos las ocupadas y desocupadas, las asalariadas y las que cobramos

 

subsidios, las trabajadoras de la economía popular y las que realizamos tareas domésticas y de cuidado. Paramos las privadas de libertad explotadas en cárceles provinciales.

 

Contra el ajuste del neoliberalismo magro que encara en nuestro país el gobierno de Macri y la Alianza Cambiemos, con la connivencia de los gobiernos provinciales, rechazamos la precarización total de nuestras vidas.

 

Por el cese de los despidos y la flexibilización laboral que intentan disciplinar a la clase trabajadora. Contra la reforma laboral en todas sus variantes, defendemos los convenios colectivos de trabajo y el conjunto de los derechos laborales. Apoyamos las luchas de las trabajadoras del Ingenio Ledesma, del INTI, del Hospital Posadas, de la minera de Río Turbio, del Ferrocarril Sarmiento, de las docentes, de las empleadas estatales de la Casa de la Moneda, de la Secretaría de Integración social y urbana de CABA, de la línea 144 y de los distintos ministerios y dependencias estatales.

 

Pedimos la reincorporación de todas lxs despedidxs.

 

Exigimos la derogación inmediata de la reforma previsional porque implica un retroceso para las amas de casa y trabajadoras domésticas informales.

 

Rechazamos el recorte de la AUH y de todos los planes sociales. Decimos no a la suba de la edad jubilatoria para las mujeres y a todas las formas de violencia laboral contra nosotras.

 

Rechazamos el uso oportunista de las licencias parentales y de la referencia a la brecha salarial por parte del gobierno en el contexto de despidos masivos y de la reciente sanción de la reforma previsional neoliberal.

 

Exigimos que el trabajo doméstico y reproductivo que realizamos las mujeres de forma gratuita sea reconocido en su aporte como valor económico.

 

Reclamamos reconocimiento institucional y políticas públicas para las trabajadoras de empresas recuperadas, autogestionadas, de la economía popular, social y solidaria.

 

Reclamamos la aplicación de la Ley de Emergencia social y alimentaria. Exigimos: Licencias por violencia de género / Licencias más amplias de paternidad y maternidad / Asignación para mujeres en situación de violencia de género igual a la canasta familiar.

 

Rechazamos la suspensión del Seguro de Capacitación y Empleo (SCyE) que perjudica especialmente a las personas travestis/trans, mujeres en situación de violencia doméstica, personas en situación de prostitución y personas viviendo con VIH. Rechazamos la disolución del Plan Ellas Hacen.

 

Exigimos implementación y ampliación en todo el país de la Ley de Cupo Laboral para personas trans, travestis y transgénero, para todas aquellas con antecedentes penales y para mujeres con discapacidad y mujeres indígenas. Más presupuesto para políticas públicas que garanticen tareas de cuidado: escuelas infantiles y jardines comunitarios para trabajadoras, con vacantes suficientes. Repudiamos que el “presentismo” como premio castigue las tareas de cuidado que quedan a cargo principalmente de las mujeres.

 

Exigimos representación de mujeres en la cúpulas sindicales y paridad en la representación gremial. Exigimos inclusión de las demandas de las mujeres en las paritarias. Y que sean paritarias sin techo: sin condicionamientos de parte del gobierno y los empresarios.

 

Apoyamos la huelga como elemento de lucha de lxs trabajadoras y la movilización como forma de protesta social. Repudiamos las intervenciones a los sindicatos como forma de disciplinamiento y extorsión ante la discusión salarial.

 

3 / Paramos porque exigimos aborto legal, seguro y gratuito.

 

#Aborto legal, seguro y gratuito

 

Estamos transitando un tiempo histórico, los pañuelos verdes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto nos hermanan en un grito que ya es global: Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Los mismos que hoy copan las plazas, como lo hicieron el 19F en el Pañuelazo, cuelgan en las mochilas de adolescentes y están presentes en numerosas postales cotidianas, construyen una marea verde que se multiplica en cada reclamo para exigir nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas.

 

Hoy paramos y marchamos hacia el Congreso de la Nación para exigir la urgente aprobación del Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, presentado por séptima vez el 6 de marzo pasado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. En nuestro país se realizan entre 370.000 y 520.000 abortos clandestinos por año. Hoy el aborto clandestino, e inseguro, sigue siendo la principal causa de muerte de personas gestantes.

 

Denunciamos pública e internacionalmente a El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Haití y Surinam como Estados femicidas. Al ser los únicos 6 países en América Latina con prohibición absoluta del aborto, son responsables de las muertes y graves violaciones al derecho a la salud de cientos de niñas, mujeres y trans.

 

Reclamamos provisión y producción pública de misoprostol y mifepristona, y que la ANMAT los reconozca como de uso ginecológico. Instamos a que el Protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) se implemente sin restricciones en todo el territorio nacional. Repudiamos enérgicamente la persecución a médicas y médicos que garantizan el derecho a la salud y el acceso a abortos no punibles en cumplimiento con la legislación vigente.

 

Seguimos tiñendo las calles de verde, movilizadas como lo hicimos por la liberación de Belén y en innumerables situaciones desde hace 13 años y de esta misma manera, lograremos que nuestro proyecto de interrupción voluntaria del embarazo sea ley; y nuestra consigna, realidad: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.

 

4 / Paramos para defender nuestras disidencias sexuales y de género.

 

#Basta de violencia a las cuerpas disidentes

 

Basta de criminalizarnos por defendernos: exigimos la absolución para Higui, atacada por lesbiana, presa por defenderse, liberada por el movimiento feminista y el activismo lesbiano. ¡Absolución ya!. Demandamos el desprocesamiento de Mariana Gómez, perseguida y detenida por besarse en la vía pública.

 

Exigimos el sobreseimiento de las lesbianas y bisexuales, activistas de diversas organizaciones, detenidas y encarceladas en la jornada previas al paro del año pasado y en la jornada de protesta contra la reforma previsional y contra la llegada de la Organización Mundial de Comercio a Buenos Aires. Basta de criminalizar la protesta Abajo el protocolo LGBTTTI de Bullrich. Los derechos conquistados por las disidencias son derechos humanos que atañen a todo el conjunto de la sociedad. No necesitamos tratos especiales, exigimos tratos humanos.

 

Reclamamos la implementación plena de la ley de identidad de género en todo el territorio nacional: acceso real al derecho a la salud integral, a las rectificaciones registrales expeditas, al respeto a la propia identidad. Por la protección de las infancias trans de una vida libre de violencias, de patologización, de acoso en las escuelas y los centros de salud.

 

Por la integridad y el respeto de los cuerpos intersex, le decimos ¡no! a las cirugías compulsivas que buscan una normalidad que es sólo opresión y represión. Por la integridad y el respeto de los cuerpos gordos, patologizados y estigmatizados.

 

Exigimos que se tenga en cuenta en las políticas públicas a las mujeres con discapacidad, especialmente visual y auditiva.

 

Denunciamos la precarización que sufren nuestras lesbianas mayores, que llegan a la adultez sin vivienda y sin familia.

 

Exigimos la aprobación de la Ley de Reparación Histórica de las compañeras transtravestis perseguidas, criminalizadas y torturadas por el Estado a través de los códigos contravencionales que siguen vigentes.

 

Queremos que nuestros deseos vitales estén presentes en las escuelas, en los barrios, en las fábricas, en las plazas, las oficinas y en todos lados. Demandamos que la academia y las instituciones de salud dejen de patologizar nuestros deseos y existencias. Basta de violencia ginecológica contra lesbianas y trans. Queremos representación en los libros de textos y en los medios de comunicación.

 

La hetero-cis-sexualidad obligatoria es violencia. Los ataques y crímenes de odio se fundan en el discurso de deseos y existencias naturales, depositando en la disidencia lo antinatural, lo aniquilable. Denunciamos una avanzada biologicista que atenta contra personas trans y travestis. ¡Todos los cuerpos cuentan!

 

5 / Paramos para decir basta a las violencias.

 

#Basta de femicidios y travesticidios. No queremos más niñas ni adolescentes acosadas, abusadas, violadas, asesinadas. No queremos más compañeras revictimizadas por los medios de (in)comunicación.

 

Basta de femicidios y travesticidios: el machismo, la misoginia y el odio hacia mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis y trans nos matan.

 

Pedimos justicia por Amancay Diana Sacayán, militante política, social y de los derechos humanos, quien fuera brutalmente asesinada en 2015. Le exigimos al poder judicial que dicte una condena ejemplar calificando este terrible hecho como un travesticidio y un crimen de odio. Convocamos al inicio del juicio el día 12 de marzo en los tribunales de Talcahuano.

 

¡Pepa Gaitán y Lohana Berkins, presentes!

 

Justicia por Melina Romero, Laura Iglesias, Celeste Martínez y todas las mujeres asesinadas y violentadas. Justicia para Cristina Santillán y para Zulema Soto, torturada y violada en su casa por personal policial.

 

Paramos contra las redes del narco que utilizan los cuerpos de las mujeres, transexuales, lesbianas, travestis y niñas como mercancías de canje. Paramos contra los abusos de poder de las fuerzas represivas dentro de los barrios hacia nuestras pibas. Paramos porque tenemos poco acceso a la salud en los barrios y en las villas, donde las ambulancias no entran, y las instituciones de salud son vaciadas. Paramos porque nos proponemos una infancia y una juventud digna y feminista.

 

Exigimos que se contemplen las desigualdades y las violencias a las que están expuestas las niñas, adolescentes, mujeres, lesbianas, travestis, transexuales y transgénero que se encuentran en situación de calle, en riesgo de estarlo y/o en situación de consumo problemático de sustancias.

 

Repudiamos la estigmatización del ejercicio de las maternidades diversas que, en los casos de las mujeres en situación de calle, implica que el Gobierno les quite a sus niñxs por no contar con un lugar donde vivir.

 

Repudiamos que las mujeres seamos encarceladas por delitos menores que criminalizan formas de supervivencia, mientras los crímenes de las corporaciones y el narcotráfico quedan impunes porque benefician al capital.

 

Nosotras paramos como mujeres, migrantes y trabajadoras: porque  vivimos una triple opresión. A un año del Decreto de Necesidad y Urgencia

 

70/2017 que modificó la ley de migraciones 25871, exigimos la eliminación del Centro de Detención de Migrantes, el tratamiento del proyecto de ley para la anulación del decreto, la resolución del amparo colectivo contra este decreto por inconstitucional, racista, xenófobo, que discrimina, criminaliza, estigmatiza y vulnera nuestros derechos como mujeres migrantes. Migrar no es un delito, es un derecho humano.

 

Nos pronunciamos contra la violencia simbólica que ejercen los medios de comunicación, la cristalización de los estereotipos de género, la estigmatización de nuestras decisiones, la invisibilización de nuestras luchas. ¡No somos adornos! Queremos más voces feministas en todos los debates políticos, económicos, sociales, culturales, somos productoras de sentidos y luchas en todos los ámbitos ¡Dejen de hablar por nosotras!

 

Contra las nuevas colonizaciones de los territorios por empresas multinacionales que nos despojan de nuestros bienes comunes mediante el extractivismo favorecido por los gobiernos, tratando a la vida como una mercancía y degradando la Madre Tierra. Contra la intoxicación por agrotóxicos que nos envenena y nos mata: ¡paren de fumigarnos! Paramos por la defensa de las semillas y la diversidad de nuestros recursos naturales.

 

Contra la concesión del acuífero guaraní a Coca Cola-Nestlé. Paramos en contra del especismo.

 

Paramos contra el racismo, la discriminación y xenofobia hacia las mujeres indígenas, negras afrodescendientes y afroindígenas. Paramos para exigir la libertad de las mujeres de la comunidad Wichi de Juárez. Basta de persecución, criminalización y judicializaciòn a las mujeres y comunidades mapuche.

 

Paramos contra el genocidio y femicidio de mujeres que tiene su origen en la trata esclavista y en la violencia colonial. Paramos contra la justicia clasista, blanca y patriarcal. Paramos por el buen vivir de nosotras y nuestras comunidades.

 

6 / Paramos para denunciar que el estado es responsable.

 

#El Estado y los gobiernos son responsables.

 

En nuestro país, en 2018, es asesinada una mujer cada 29 horas. ¡Exigimos una justicia que no ampare el poder clasista y patriarcal!

 

Exigimos la efectiva aplicación de la Ley Brisa. Pedimos excarcelación a las mujeres con prisión preventiva por delitos menores, domiciliaria para madres con niñxs menores de 4 años y para jefas de familia. Exigimos que el Estado revise las causas por homicidio que en muchos casos responden a autodefensa ante una agresión machista.

 

Nos pronunciamos contra la justicia patriarcal que no hace cumplir la ley

 

27206 que declara imprescriptibles los delitos de abuso sexual en la infancia. Por la derogación de la ley 24270 de impedimento de contacto. Contra la vinculación forzada con los abusadores bajo el nombre del Síndrome de Alienación Parental (SAP). Contra la Justicia patriarcal que amputa maternidades y revictimiza las infancias.

 

Exigimos que se reglamente y se cumpla la ley de Patrocinio jurídico gratuito para mujeres victimizadas por la violencia machista. Exigimos tribunales especializados para la atención de violencia de género y la despatriarcalización de todo el Sistema Judicial. Paridad en todos los ámbitos de Justicia.

 

Exigimos la reapertura y financiamiento de los espacios de atención por violencia de género en las municipalidades, en las Universidades y en cada espacio común donde la ley 26.485 prevé que se atienda a las que son victimizadas.

 

Exigimos cumplimiento efectivo de la capacitación en género para todos los efectores públicos que intervienen en la problemática de la trata, de la violencia de género y sexual, abarcando el poder judicial, ejecutivo, y personal de las fuerzas de seguridad y del área de salud.

 

Exigimos que se cumpla el protocolo integral de asistencia a las víctimas de violencia sexual.

 

Desmantelamiento de las redes de trata y las fuerzas represoras del Estado y sus cómplices. Condena efectiva a los proxenetas. Creación de políticas públicas que acompañen a la Ley de Trata, así como todos los instrumentos tendientes al acompañamiento jurídico y de protección integral a las víctimas y a sus familias. Denunciamos el cierre de los refugios para las víctimas.

 

Basta de represión, persecución, abuso y extorsión policial a las trabajadoras sexuales y a las personas en situación de prostitución. Exigimos la derogación de los artículos contravencionales que permiten mantener detenidas sin orden judicial a cualquier persona y que criminalizan el ejercicio de la prostitución en 18 provincias. En especial el artículo 68° del Código Contravencional de la Pcia. de Buenos Aires.

 

Exigimos el sostenimiento de los Programas de Educación Sexual y de Salud Sexual y Procreación Responsable: sin educación sexual, sin acceso a la salud reproductiva y no reproductiva, es imposible decir Ni Una Menos. ¡La ESI está en alerta y la defendemos!

 

Exigimos más presupuesto para salud y educación. Abajo la Cobertura Universal de Salud (CUS), que es la privatización encubierta de la salud pública.

 

Decimos no al vaciamiento de la Salud pública, no a los despidos de esxs trabajadorxs, al cierre de programas y quita de presupuesto. Repudiamos cual quier intento de arancelamiento.

 

Nos pronunciamos contra la violencia obstétrica: nosotras elegimos cuándo, cómo, dónde y con quién parir.

 

Hay más de 40.000 mujeres viviendo con VIH en todo el país que exigimos políticas públicas reales para la eliminación de la transmisión vertical. Basta de reducción del presupuesto que nos garantiza la prevención, Profilaxis, medicación, adherencia y reactivos. Reclamamos por el respeto de decidir sobre nuestros embarazos y partos, por el derecho a tener toda la información sobre la lactancia materna de las mujeres viviendo con VIH. Basta de estigma y discriminación. Exigimos la promulgación de la nueva

 

ley de vih, its y hepatitis virales. No hay más tiempo.

 

Exigimos la descriminalización del cultivo de marihuana por motivos medicinales y la reglamentación y aplicación de la ley.

 

Denunciamos el protocolo antitoma que intenta disciplinar las luchas estudiantiles y nos pronunciamos contra la reforma educativa que no toma en cuenta los debates propuestos desde lxs estudiantes. Porque las escuelas no están exentas de violencia patriarcal, reclamamos protocolo de género.

 

Rechazamos las propuestas del gobierno destinadas a bajar la edad de punibilidad de las y los adolescentes, criminalizándolos desde temprana edad en vez de garantizar el acceso a sus derechos.

 

Desprocesamiento y libertad de todas/os las/os luchadoras/es populares. Derogación de todas las leyes represivas. Desprocesamiento y cierre de las causas a César Arakaki y Dimas Ponce y libertad de todos los detenidos por las jornadas del 14 y 18 de diciembre contra la reforma previsional. Libertad a Milagro Sala, Gladys Díaz, Mirta Guerrero, Mirta Aizama y Graciela López.

 

Por la desmilitarización de nuestros territorios y contra las nuevas formas de guerra. Basta de gatillo fácil justificado y jerarquizado por el Poder Ejecutivo. Decimos no a la destrucción de los sitios de la memoria y reclamamos la apertura de archivos sobre crímenes de la dictadura.

 

 

7 / Paramos porque exigimos un Estado laico.

 

#Separación del Estado y la Iglesia

 

Somos un movimiento anticlerical y exigimos el cese de subsidios a la Iglesia Católica y la educación religiosa.

 

Repudiamos la intervención de la Iglesia Católica y de todas las iglesias sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas.

 

Repudiamos su ofensiva en toda América Latina contra lo que llaman “ideología de género”. Exigimos también cárcel común a los curas abusadores.

 

8 / Paramos y construimos el movimiento de mujeres como sujeto político.

 

#Nos mueve el deseo

 

Por un movimiento internacional feminista que está revolucionando el mundo.

 

Por un feminismo inclusivo, radical y de intersección que nos invite a todes a unirnos a la resistencia al racismo y la explotación capitalista.

 

Rechazamos la presencia del G20 este año en Argentina, que representa los intereses de las corporaciones transnacionales y el capital financiero para el endeudamiento de nuestras existencias. Como dijimos en la Cumbre de los Pueblos contra la OMC: Luchamos por alternativas a la crisis climática, de cuidados, financiera y civilizatoria.

 

Contra toda forma de explotación y opresión, llamamos a nuestras hermanas de todo el mundo a seguir luchando de manera independiente de los gobiernos y a favor de construir una Internacional Feminista. Nuestras desobediencias nos abrigan, nos dan fuerza, y nos potencian en las calles y en los hogares, en los barrios y en los lugares de trabajo.

 

Porque el movimiento feminista es hijo e hija de esta historia antipatriarcal y anticapitalista, y emerge como un contrapoder en todo el mundo frente al avance represivo, racista y conservador. Por eso con orgullo hoy decimos:

 

¡Aborto legal, seguro y gratuito ya! ¡Viva el Día Internacional de las mujeres trabajadoras! ¡Viva el paro internacional feminista!

 

PARO INTERNACIONAL DE MUJERES, LESBIANAS, TRAVESTIS Y TRANS

¡ABORTO LEGAL YA!

BASTA DE AJUSTE Y DESPIDOS

#NiUnaMenos# VivasNosQueremos

 

(FOTO: COLECTIVO NI UNA MENOS)

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