Llegó la tuneladora para las obras del Arroyo Vega
Es de origen alemán y la utilizarán para la ejecución de la obra hidráulica que mitigará los riesgos e impactos de las inundaciones. Los barrios beneficiados serán Agronomía, Parque Chas, Villa Ortúzar, Colegiales y Belgrano.
Arribó al Puerto de Buenos Aires la tuneladora que será utilizada para realizar la obra hidráulica “Segundo aliviador del arroyo Vega”. La misma será transportada hasta las calles Vuelta de Obligado y La Pampa. Para realizar los primeros seis kilómetros de la obra serán necesarios 130 camiones. Los últimos 2,4 kilómetros se realizarán a través de metodología de túnel tradicional por excavación manual. Desde el Gobierno porteño aseguran que cuando las labores estén terminadas, la Ciudad habrá duplicado la capacidad de desagüe del arroyo y servirá para prevenir inundaciones en los barrios de Agronomía, Parque Chas, Villa Ortúzar, Colegiales y Belgrano.
“Al igual que el paseo del Bajo estás son obras que cambian para siempre la Ciudad. Como no volvimos a ver la imagen del bote naranja cruzando la avenida Juan B. Justo con este nuevo emisario esperamos no volver a ver la de los vecinos subiendo compuertas en el barrio de Belgrano”, le dijo el ministro de Desarrollo Urbano Franco Moccia al portal La política online.
Los trabajos están a cargo de una UTE formada por las empresas Roggio, Cartellone y Supercemento que cobrarán 135 millones de dólares. El dinero proviene de un crédito del Banco Mundial.
Desde la administración de Rodríguez Larreta dicen que esta obra beneficiará a 315 mil vecinos y se enmarcan dentro del “Plan de Asistencia a la Gestión de Riesgo de Inundaciones” para la Ciudad, que incluye importantes obras hidráulicas para reducir los riesgos y el impacto de las inundaciones generadas por las cuencas de los arroyos Maldonado, Cildáñez y Vega.
A las obras de infraestructura se suma un sistema integrado de monitoreo hidrometeorológico que, mediante la instalación de sensores inteligentes en toda la Ciudad, permite observar, alertar y dar información relevante y necesaria ante los avisos de tormentas.
“Necesitamos de los vecinos para validar las modelizaciones matemáticas”
En el año 2013 se realizó una charla debate sobre Inundaciones, que fue organizada por el Consejo Profesional de Ingeniería Civil, el Departamento de Hidráulica y la Escuela de Graduados en Ingeniería Hidráulica. En esa oportunidad, los ingenieros disertantes abordaron las inundaciones en grandes centros urbanos, su situación actual, y las perspectivas futuras para el manejo y gestión de la problemática asociada. Durante la exposición, se les preguntó a los organizadores si los vecinos afectados fueron integrados a los estudios y planes de futuras obras en esta temática. El que respondió fue el ingeniero mecánico Daniel Capdevilla, en ese momento director general de Infraestructura Urbana del Gobierno porteño (ver video). El funcionario admitió, entre otras cuestiones, que “necesitamos de los vecinos para validar las modelizaciones matemáticas”. Luis Rubén Poli, integrante de la Asamblea de Vecinos Inundados de Parque Chas, afirmó que jamás se hizo nada para la participación activa de los afectados.
El vecino, agregó además, que “en el mientras tanto, y durante los 10 años de la gestión del PRO, jamás implementó planes de contingencia para que no haya daños irreparables como la vida humana: los muertos del 2 de abril del 2013, uno de los cuales falleció en la cuenca del Maldonado, fueron rápidamente olvidados”.
El año pasado, ParqueChasWeb publicó una investigación que analiza la construcción pública del problema de las inundaciones en la ciudad de Buenos Aires. La investigación pone foco en los procesos físicos y antrópicos (naturales y socio-políticos) que provocan las inundaciones en la metrópoli, para luego centrarse en el modo en que los actores afectados logran articularse y armar redes que otros actores, generando así procesos de construcción social del riesgo de inundación.
Las autoras del informe son María Gabriela Merlinsky (Investigadora adjunta de CONICET IIGG- FSOC- UBA) y Melina Tobías (Becaria doctoral CONICET IIGG-FSOC-UBA).
A continuación publicamos un extracto de ese trabajo:
“En este artículo nos hemos concentrado en considerar la construcción pública del problema de las inundaciones durante los eventos de abril de 2013. A partir de seguir muy de cerca el relato de los afectados, hemos podido ver de qué manera se ha ido construyendo un agrupamiento de demandas en términos de la construcción de un inventario de problemas y soluciones. Entre estas soluciones, los vecinos destacan la necesidad de implementar medidas no estructurales, que acompañen la implementación de las obras, como la elaboración de un Plan de Contingencia y un Sistema de Alerta Temprana –que permita saber a las vecinos qué hacer en caso de inundación-, la modificación del Código Urbano y la creación de un mapa de riesgo, que permita conocer con precisión cuáles son las zonas inundables y que impida la construcción en dichas tierras, la creación de un Plan Maestro de Espacios Verdes y Arbolado Público y la limpieza y mantenimiento de los pluviales de la Ciudad, que permitan mejorar la absorción del agua de las precipitaciones y la capacidad de escurrimiento.
A su vez, destacan la necesidad de adoptar una mirada integral de la problemática de las inundaciones, que se adapte a la topografía del territorio (con sus cuencas y arroyos). Esto supone fortalecer la articulación entre las diferentes jurisdicciones involucradas (GCBA y Provincia de Buenos Aires), y también entre los diferentes organismos públicos de la Ciudad encargados del ordenamiento y la planificación territorial.
Por último, estos colectivos advierten sobre la necesidad de integrar a los vecinos en los planes de gestión de riesgo, ya que son ellos los que más conocen el territorio. En este sentido, reclaman espacios formales de diálogo entre las autoridades del GCBA con competencia en el manejo de las inundaciones, tanto para la discusión sobre los Planes de los Arroyos (qué obras piensan hacerse, en qué zonas, con qué parámetros de riesgo), como así también para la elaboración de planes de gestión de desastres (cómo deben actuar los vecinos en caso de emergencia).
En síntesis, en palabras de los referentes de las organizaciones, la visión limitante de la gestión del riesgo asociada a las grandes obras “como única solución al problema” es el punto más fuerte de cuestionamiento a la acción del Gobierno de la Ciudad. En nuestro diálogo con estos actores hemos podido reflexionar acerca de otros enfoques alternativos para la gestión del riesgo de inundación. Esta mirada alternativa toma muy en serio el problema de la vulnerabilidad y habilita la construcción de inventarios de problemas y soluciones que se apoyan en conocimiento muy profundo del comportamiento hídrico de las cuencas. Son saberes indispensables para la construcción de políticas intervención pública integrales y de largo plazo”.