Invitan a leer una novela que dejaron disponible en la Biblioteca al paso de la plaza Éxodo Jujeño
La vecina Patricia Piñeiro avisó a este medio, que dejó un ejemplar de la novela Desórdenes en la casita biblioteca de la plaza e invita a sumergirse en sus páginas a quienes pasen por allí. Se trata de un texto de ficción autogestivo escrito a dos manos en Buenos Aires y Barcelona. “Una experiencia súper enriquecedora escribir con un otro/a”.
En el prólogo, se describe que la novela Desórdenes tiene una particularidad de construcción. Fue escrita por dos personas, cercanas en amistad e intereses, pero lejanas geográficamente (Buenos Aires-Barcelona). A diferencia de otras obras compartidas donde los escritores se reúnen y debaten el argumento, el desafío era retomarlo donde el otro lo había dejado. Es, por eso, una novela forjada en dos crisoles -cada autor fue escribiendo unas páginas, alternadamente – con el resultado de una historia donde cada protagonista construye su vida, o la padece por la acción de los otros, bajo las dos distintas -o no distintas- plumas. Ambientada en la Buenos Aires de comienzos del milenario, la trama da paso a un pequeñísimo pueblo, 30 de agosto, Partido de Trenque Lauquen, capaz de competir en interés con la gran metrópolis. Desórdenes es un libro que entreteje tensiones humanas en una lectura plena de diálogos.
Patricia Piñeiro, vecina de Parque Chas, dice que escribe desde siempre en múltiples circunstancias y formatos, por diferentes motivos. “La curiosidad ha ido guiándome en los caminos… muy diversos que convergen y tienen en común la comunicación. He sido afortunada por haber podido hacer y seguir haciendo lo que me gusta de manera apasionada. Agradezco a todas las personas generosas que compartieron sus saberes y me ayudaron a preguntar y preguntarme mejor”, señala.
Patricia es argentina, nacida en Buenos Aires en 1960. Diseñadora gráfica (Escuela Panamericana de Arte), Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA) con capacitación en Sustentabilidad (PROCARSE, UDESA; Líderes, AACREA). Con más de 25 años de trayectoria profesional en ambientes multidisciplinarios e interculturales.
Claudio Martinetti-Montanari, coautor de la novela se describe como un extraño ejemplar de escritor, formado en las ingenierías, las ciencias y las tecnologías, pero con una profunda vocación por la literatura y la estructura de las lenguas, lo cual le causó -inevitablemente- que se graduase en Lingüística en la Universidad de Barcelona.
Por culpa de estas profesiones, transitó editoriales escribiendo en revistas técnicas, traduciendo y explicando cosas raras sobre aparatos y otros engendros modernos, y hasta corrigiendo y redactando partes de una enciclopedia, de esas muy pesadas por sus kilogramos.
Por todo esto, tanto y tanto hizo en otras direcciones, literarias y técnicas, que nunca escribió una novela. Por lo cual, Desórdenes (escrito junto a Patricia Piñeiro) era una deuda consigo mismo. “Por supuesto, se puede vivir feliz sin haber escrito novela alguna. Pero habiendo leído muchas, había ganas de aumentar el océano de páginas del mundo, hasta llenar los océanos con papel… (con permiso, Maestro)”, expresa Claudio.
Bibliotecas libres o al paso
La Biblioteca al paso tiene como lema la idea de compartir: «Llevate un libro. Dejá otro». Nace como una iniciativa autogestiva y parte de la convicción de que la lectura, tanto en niños como en adultos, nos ayuda a manejar mejor nuestro lenguaje, desarrollar la imaginación y también ejercitar la empatía.
Los libros y la lectura son también una posibilidad de encuentro con los otros y, en este sentido, es una forma más de construir comunidad en el barrio donde vivimos.
Este proyecto mundial se inició en Alemania en 2010 a través de la colocación de una biblioteca en la vía pública. Se colocó un mueble con distintos estantes que sostienen libros, ubicado en la vereda, una calle peatonal, una plaza, la playa o, incluso, una cabina telefónica (como el caso de New York). El acceso al libro es absolutamente gratis, el único requisito es dejar un libro a cambio para que siempre haya artículos de lectura disponibles. La idea se expandió rápidamente entre otros países europeos; Estados Unidos, y en Argentina tiene sus réplicas en ciudades como Corrientes o Chaco, todas con un único fundamento: el compartir cultura y solidaridad. Se calcula que hay cerca de 40 mil pequeños libres intercambios en todo el mundo
Otra experiencia es el BookCrossing o BC, ¿que nació en marzo de 2001 a través de la idea del estadounidense Ron Hornbaker inspirado por el sitio web Where’s George? que seguía el recorrido de los billetes en circulación. La web de Bookcrossing fue lanzada poco después e incentivó la práctica de dejar libros en lugares públicos para que los recojan otros lectores, que después harían lo mismo. La idea era liberar libros «en la jungla» para que sean encontrados por otras personas, así se lo menciona en sustentor.com