Gracias a una solicitada, trasladaron a Sudáfrica a 50 monos del bioterio del CEMIC
En 2021, el CEMIC del barrio de Saavedra anunció el fin de las investigaciones con monos y se comprometió a trasladar a los sobrevivientes a refugios y santuarios. Sin embargo, no cumplieron con lo prometido. Durante una campaña de firmas en change.org, denunciaron que los responsables se escudaban en la burocracia y las excusa.
“Gracias a vos y a casi 30.000 personas más, los monos del bioterio del CEMIC dejaron atrás el sufrimiento y emprendieron un viaje increíble hacia su nuevo hogar: el santuario Hidden Forest Sanctuary en Sudáfrica. Hoy viven en un entorno natural, libres y protegidos. Esta victoria nos demuestra que cuando nos unimos, podemos cambiar el destino de los animales. Pero aún hay quienes siguen esperando su oportunidad”, publicó una de las impulsoras de la campaña de firmas en change.org para liberar a los monos.
El traslado a Sudáfrica de 50 monos hallados en el sótano de un hospital porteño para el uso de experimentos se concretó en el mes de enero.
La Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), a cargo de Carlos Rolero Santurián, resolvió rechazar el pedido de la querella que solicitaba suspender el traslado de los 50 monos que se encontraban alojados en el sótano de un centro de salud en el barrio de Saavedra.
Luego de la solicitada, el fiscal ordenó que los animales fueran embarcados en enero último, rumbo al santuario Hidden Forest Sanctuary. tras haber rechazado el planteo.
“En un documento, la UFEMA fundamentó la decisión en el criterio de brindarles una mejor calidad de vida a los animales, razón por la cual el lugar de destino ofrece las mejores condiciones posibles para su estadía y reencuentro con su hábitat natural”, sumó el comunicado del Ministerio Público Fiscal porteño al que accedió la Agencia Noticias Argentinas.
Asimismo, en el escrito se destaca que “el mejor camino es el traslado y el desmantelamiento del bioterio, el cual debería ser desafectado de manera permanente”.
De esta manera, se priorizó el bienestar animal a partir de su traslado y mantenimiento en el centro de Sudáfrica, el cual es también santuario de elefantes y otras especies protegidas.
En el CEMIC de Saavedra, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, funciona el último bioterio de monos de Argentina. Allí sobrevivieron 65 primates de distintas especies, quienes fueron sometidos a experimentos crueles e innecesarios desde 1983. Les inocularon virus mortales, les indujeron Parkinson, les abrieron el cráneo y fragmentaron su cerebro. Además, se implementó un programa de reproducción: las crías reemplazaban a los monos fallecidos en los experimentos o eran vendidas a un instituto en Estados Unidos, donde eran entrenadas para asistir a personas con movilidad reducida. Cada mono capuchino podía llegar a costar hasta 50 mil dólares.