Entregan la Orden del buzón al juglar Ariel Prat
Como cada año, la distinción la entrega el museo Manoblanca. La cita es este martes 10 de abril a las 19.30, en el Bar Notable “Los 36 billares”.
Nuestro vecino de Parque Chas, el juglar Ariel Prat, recibirá un nuevo reconocimiento a su extensa trayectoria artística en defensa de la música popular, ya que es considerado uno de sus más fieles representantes.
La historia se remonta a 1999. La antigua Municipalidad retiró un buzón de la esquina de Centenera y Tabaré. Un grupo de vecinos, encabezado por Gregorio Plotnicki, consiguió que sea restituido. Fue así que a instancias de Gregorio, fundaron “La Orden del Buzón” y desde entonces lo entregan a personalidades e instituciones representativas de la cultura popular (periodistas, conductores, medios, cantantes, actores, dibujantes, cafés emblemáticos, escritores, poetas, artistas plásticos, músicos, entre otros).
Esta distinción consiste en un bello buzón confeccionado artesanalmente- en escala 8 veces más pequeño que los que se encuentran en algunas esquinas de Buenos Aires y un distintivo para la solapa.
La obra de Ariel Prat (seudónimo de Roberto Ariel Martorelli) tiene el ADN de los códigos orilleros y la cultura rioplatense. Es la reivindicación de la negritud en el origen del tango-milonga. También es rocanrol, un juglar con orgullo de barrio.
Su niñez transcurrió entre la música y el fútbol (jugó tres años en los legendarios «Cebollitas» de Argentinos Juniors con Diego Armando Maradona). Sus primeras canciones datan de la última fase de la dictadura militar; reflejan el ambiente que se vivía bajo el régimen.
Prat, formó parte de grupos de artistas alternativos en los fines del dictadura militar y durante esos años se fue transformando en un referente de la nueva canción porteña. La confesa pasión que sentía hacia los carnavales de Buenos Aires como miembro de una murga; lo ha llevado a integrar diversas agrupaciones murgueras ya fuese como cantante, bailarín o guionista. Esa pasión lo llevó a impulsar la ordenanza municipal que declaró a las Murgas y a las Agrupaciones de Carnaval de Patrimonio Cultural en la ciudad Autónoma de Buenos Aires, que la Legislatura de la Ciudad votó en el año 1997. Ese año, Prat fundó el Club Murguérico del Río de la Plata, en cuyo escenario se presentaron juntas por primera vez murgas tanto de Montevideo (Uruguay) y de Buenos Aires, con sus similitudes y diferencias.
Ariel Prat, que alguna vez se definió como “agitador de ritmos con un estilo suburbano” ha colaborado en trabajos discográficos de artistas populares como León Gieco, La Chilinga, Flavio Cianciarulo (bajista y cantante de los Fabulosos Cadillacs), La Chicana, Juan Carlos Cáceres (otro gran impulsor de los toques negros en la música argentina); con la banda de rock Bersuit Vergarabat, entre otros.
Su discografía: Y esa otra ciudad (1991), Marcado sobre la raya (1997), Sobre la hora (2000), Los trasplantados de Madrid (2005), Luna del Pilar (2006), Negro y murguero (2008), Milagros al revés (2010), Orgullo de barrio (2012), No solo murga (2016).
Prat también fue el compilador de un excelente trabajo antropológico denominado “De este lado del Plata, cantos y ritmos de Murga Argentina”, que salió a luz en 2015. Este material fue producido y apoyado por el entonces Ministerio de Educación de la Nación y por la Universidad de Avellaneda a través de UNDAV ediciones.
El Museo Manoblaca, creador de “La Orden del Buzón”, funciona en una casa construida en 1925. Está situado en la legendaria esquina de Centenera y Tabaré, en el barrio de Pompeya. La propiedad fue adquirida 20 años después por la Familia Plotnicki. Fue Gregorio Plotnicki el creador del museo en agosto de 1983 y contó con la colaboración de Francisco Gil (librero de Bs.As.) y de Manuel Enrique Brea. Se comenzó por poner la letra del tango Manoblanca de Homero Manzi y Antonio de Bassi, en un cartel de la calle; también el mural dedicado a Homero Manzi, Anibal Troilo, la esquina del herrero, etc. El museo en su interior nuclea pinturas, fotos, testimonios, antigüedades, documentos del barrio y sus habitantes, recuerdos de Manzi, Julián Centeya, entre otros.
La calle también es escenario de actos y recordaciones, no por casualidad se la denomina Esquina de Poetas. Todos los actos son acompañados con la presencia de los grandes artistas de tango del momento y por un público que supera el barrial. Fueron padrinos de la esquina Virginia Luque y Lionel Godoy.