En Parque Chas es un mito perderse: Te encontrás en el Laberinto
El Portal de Parque Chas publica una entrevista que jóvenes del barrio -que editan Tinta Revista- le hicieron a Lito Grisafi, Silvana Echeverría, Horacio Boccio y Claudia Moretti sobre sus historias y roles en el Laberinto de Parque Chas, lugar de encuentro barrial.
Producida por Tinta revista
(Entrevistadoras Violeta Santarcángelo y Gina Albini)
TR -Para arrancar, está buenísimo si quieren presentarse y contar cuál es su vínculo con el laberinto, cuando arrancaron a laburar acá, y un poco de su historia, lo que quieran.
H-Bueno yo soy Horacio Boccio, soy el presidente del Centro de Jubilados desde el año pasado, desde comienzo de 2023 y me vínculo con el Laberinto desde el 2018. El laberinto fue creciendo, cuando me incorporé yo ya tenía muchas actividades, pero creo que en el 2019 se demostró que venía en un crecimiento así acelerado que lo frena la pandemia. Pero cuando termina la pandemia, crece muchísimo el espacio. Creo que fue una mezcla de, primero, la variedad enorme de actividades que tiene el centro, y, por otro lado, que la pandemia también dejó muchos centros afuera y eso aceleró el proceso.
Llegó un momento que eran muchísimos los talleres, deben ser alrededor de 18 y que hay algunos que tienen dos o tres turnos. Actividades hay todos los días. Y es permanente. Como todo, tiene la vicisitud de lo que se viene presentando desde fin de año, con el cambio de gobierno, con medidas que está golpeando bastante al sector, a los adultos mayores, a los jubilados. Pero igual lo estamos sobrellevando, creo que esto va a seguir creciendo, porque la demanda existe.
H-Uno lo que ve, debe ser la satisfacción más grande que tenemos todos que es el hecho de qué hay gente que a lo mejor ha estado en alguna situación, con algún inconveniente personal o familiar o gente que está sola, se han empezado a reunir acá, empiezan a tener amistades, hacer salidas, en algún caso se han formado parejas. Se ha producido un vínculo social muy importante. Eso creo que es lo destacable de todo esto, se está brindando un servicio que la gente lo puede aprovechar. y se desmiente eso de que es un lugar donde se acumula gente grande y nada más. No, acá hay gente dinámica. Y por la variedad de talleres está demostrado.
TR-Claro, y la convocatoria es una locura.
H-Así como te digo que en el 2019 daba la sensación de que venía un crecimiento grande, ahora podemos decir que no se ha detenido, a pesar de estos inconvenientes que no sabemos hasta dónde podemos llegar…
TR-Te hago una pregunta, ¿qué tipo de talleres hay? Porque habíamos visto algunos, pero está buenísimo si nos pasan la lista completa.
H-Hay taller de memoria, de yoga, de folklore, de arte, de idiomas italiano e inglés, de pintura, de celulares, de crochet. Es bastante variado. También de tango. El profesor debe ser de los más antiguos.
Hacemos en la calle dos o tres ferias por año y los cierres por lo general los hace Cucuza Castiello, que trae muchísima tracción hacia el barrio.
TR: Les preguntamos a ustedes, Lito y Silvana, ¿cómo fue el proceso de armar el Laberinto, desde cero?
H: Antes de que hable Lito, tenemos una radio, que acá pueden ver, una radio barrial, que en el momento de la pandemia nos permitió hacer muchos programas, por instagram. Como no se podía salir, mucha gente nos seguía y hacíamos notas de diferentes temas: deportes, política, música, cultura, temas barriales, infinidad de programas. Los sábados hacíamos resúmenes semanales, y la gente tuvo, por lo menos, un contacto permanente con el espacio, sobre todo en ese momento.
(Volvemos al surgimiento del Laberinto)
S: Empezamos por mi mamá, que empezó en el centro de jubilados, jubilada docente, y le costaba entrar, o veía gente más grande que ella. Entonces nosotros, que hacíamos el diario barrial, teníamos militancia en el barrio dijimos, “Podemos armar un cruce de generaciones”, y es lo que estamos logrando ahora. Ahí empezamos con el centro, con actividades, costó que nos mandaran los profes del PAMI, costó todo, pero se hizo, y eso es lo que se está logrando.
L: Nosotros arrancamos ahí, queríamos darle una mirada más integral, donde pudiéramos articular con los adultos mayores, con los no tanto y con los pibes y pibas, buscamos meter ese mix. A su vez que se armó el centro de jubilados, hicimos una asociación civil, que se llama El Laberinto- Deportivo, Social y Cultural, donde queríamos articular una variedad de cosas. Vos ves mucho centro de jubilados que parece un geriátrico, un depósito de adultos mayores. Nosotros creemos que son activos, que todavía están, creemos que merecen todo el respeto, que se traten bien, entonces queríamos todo menos un depósito. Que se encuentren para compartir. Interactúan en las ferias con nosotros, cocinan para la feria, intervienen en las distintas problemáticas del barrio, fueron parte del embellecimiento de la Fuente en el Centro del Laberinto de Parque Chas.
También está esta creencia instalada de que los adultos mayores no quieren aprender. Nosotros logramos en ese momento, creo que 2017, que el PAMI reconozca a los profesores de inglés y de italiano para que den clases. Fue impresionante la cantidad de adultos mayores interesados en sumarse a ese tipo de clases. Italiano ya no la damos mediante profesores del PAMI, estamos con una profe re copada (Claudia, que entrevistamos más adelante), y tiene 57 alumnos. Entre todos los talleres y todas las actividades hay más de 250 vecinos y vecinas que participan, y eso es algo que también genera que los hijos, los nietos, sepan del Laberinto y también puedan ser parte. Una de las señoras que viene acá, su nieta quiere armar algo, para el Comedor de La Carbonilla, un barrio popular que queda en Paternal, que tienen un comedor con el que nosotros articulamos, ellos nos ayudan a nosotros y nosotros los ayudamos a ellos. Resulta que la nieta quería armar una noche de juegos. Trajeron cartas, Burako, ajedrez, una variedad inmensa de juegos, para todas las generaciones. Y fue la verdad bárbara, a nosotros nos gusta que el espacio esté abierto, y agradezco que desde la revista nos den este espacio (gracias a ustedes, Lito, los queremos mucho), porque muchos medios alternativos, y revistas barriales son los que informan, desde lo cotidiano. Porque muchos grandes medios sólo se ocupan cuando hay una noticia bomba, mala, va, están por todos lados y después desaparecen. Pero los medios comunitarios, sociales, alternativos, son los que están siempre.
A través de las actividades los conocimos a ustedes, así que estamos contentos. Constantemente a veces decimos “uh, cómo viene la boleta de luz, del agua, renovar el alquiler”, pero creemos que recontra vale la pena, porque los mensajes de los adultos mayores, que estaban solos, que no se animaban, que pudieron romper el miedo de venir a un lugar, acercarse, participar, y después que eso les genere que se vayan a tomar un café, que se llamen por teléfono. Cuando uno piensa que se perdió todo, ver los vínculos, de madres que quieren venir acá y sus hijos las acompañan, las esperan. Las salidas que hacemos, donde también articulamos con Ciudad y con Nación, con PAMI, hacemos salidas a museos.
Tenemos un adulto mayor de casi 100 años que vino a hacer zumba, le pedimos el apto médico, ¡¡¡y lo trajo la otra clase!!!
(risas. muchas risas)
S: Tenía un miedo, te juro
L: La otra vez una vecina fue a la esquina a buscar a otra porque no quería venir sola, y se conocieron acá. Y se hizo una pareja, también, acá, de adultos mayores. Tratamos de que todo lo que funcione acá tenga la lógica de estar al alcance de todos. Este es un lugar de encuentro donde se le abre la puerta, y se sientan todos. Hay lugar para todos, con aciertos y errores, pero no expulsamos a nadie.
Es un lugar solidario, de construcción colectiva, y en ese marco se dio la idea de hacer la radio, como contaba Horacio. Poder transmitir lo que hacemos todos los días, desde acá, de la Cooperadora, desde las escuelas, desde los pibes y pibas, como una radio del pueblo. Que el vecino le hable al vecino. Informar sobre las cosas cotidianas, que, por ahí, en un momento de tanta incertidumbre, estar juntos y bancarse, y ver cómo estamos es muy importante. Yo soy un militante, me encanta la política, pero esto me parece recontra completo.
S: A veces nos pasa que cuando se llenan los talleres, alguna gente salta con que no hay más lugar, dan vuelta la cabeza a la gente que llega para sumarse. Y yo digo, paren, porque la gente sale de su casa, se mete en el centro, pasa por ahí adelante de todos y no está bueno que la respuesta sea “no hay lugar”. Intentamos hacer varios cupos, armar lista de espera, buscarle una vuelta, tratar de conversar. Hay una señora que vino hace poco, que el marido se le murió de una manera re fea, y vino con un bajón tremendo. Ese día teníamos zumba, que es para todos, y le dijimos “quedate a zumba”, ¿“ustedes están locas?” nos dijo. Al rato volvió, y dice, ¡“Vengo a Zumba!”. Y dijo, “Ustedes me cambiaron la vida”, y ahora viene a yoga y viene a inglés. Y así hay muchos.
Nosotras hacemos asado de mujeres
TR: ¡¡Queeeeé, no sabíamos!!
S: El primer asado, fuimos 105 mujeres.
TR: Tenemos que venir
S: Sumamos a las adultas mayores. Y pudimos comer en la calle, sentarnos en la calle, en una vereda, era muy loco. Y estábamos un sábado acá preparando con las pibas las bondiolitas, todo lo íbamos a hacer a la noche. Y charlamos. No hace falta ser ni de un color ni de otro para poder juntarnos, y compartir poesías, canciones, anécdotas, historias. Y el último asado de mujeres fue una cosa de locos. Toda la calle. En uno de los asados vino Dora Barrancos. Ya hicimos 7, u 8.
(hablamos sobre los mensajes hermosos que reciben, tanto Lito como Silvina, de adultos mayores, muy emocionados, agradeciendo la ayuda, acompañamiento, escucha que da el Laberinto)
L: Tratamos de resolver, de ayudar en lo que podemos, conseguir algún turno médico, si alguien necesita traslado al médico por algún chequeo, porque tenemos actitud, tenemos ganas, y nos parece muy importante demostrar que no está todo perdido. Muchas veces te quieren vender que la sociedad es una porquería, y acá vemos que cuando te artículos, te conocés, es más lento, pero es mucho más sólido. Ese es el alma, un poco, del espacio. Lo tuvimos cerrado un año y medio, durante la pandemia, y creo que fue cuando más trabajamos. Y nos transformamos en olla popular, en merendero, en repartidores de bolsas. A veces era ayudar con algún mandado. Armamos un comunicado, llamando a que la gente, los vecinos, si necesitaban algo, podían llamarnos. Y trabajamos colectivamente. El vecino es solidario, la gente tiene ganas de ayudar.
H: Hace un mes tuvimos una charla de dengue, ya habíamos tenido en 2020 sobre Covid también. El año pasado tuvimos una charla de prevención del Ciberdelito, buscando prevenir, sobre todo a adultos mayores.
L: Así se van dando espacios nuevos. Queremos que constantemente se genere eso, nos gustaría a veces que pase mucho más grande, porque podríamos incluso duplicar la cantidad de talleres, de inscriptos, si tuviéramos un espacio más grande. Porque además nosotros militamos con ganas el espacio, hay carteles en todos los parques, con actividades, lo que hacemos, lo que es el Centro.
(foto del primer Festinta, en abril)
Nos reinventamos, hacemos alguna rifa. El Pato Fillol nos dio en pandemia un buzo, firmado por ellos, y con eso pudimos pagar dos meses del alquiler. Tenemos notas con jugadores de la selección.
Ahora estamos en un proyecto de terminar la radio para salir por streaming, para transmitir. Pero es paso a paso, dejando que fluya y construyendo de manera sólida. Que se genere empatía.
S: Los talleres cada tanto, o a fin de año, muestran lo que estuvieron haciendo para que los familiares vean el proceso, los avances. En italiano cantaron, durante la feria, y vinieron los familiares a verlos. Una señora contaba que cuando llegó a la casa vinieron los nietos, las novias de los nietos y le regalaron un ramo de flores, y ella estaba muy emocionada porque decía que nunca había podido cantar en público, en italiano. Hay obras de teatro que también pasan por el Laberinto, que son muestras increíbles.
L: Yo creo que vamos por un buen camino. Siempre pedimos, tratamos con la Ciudad, o quien sea, de que nos den algún espacio propio, para poder darle a full, estar más tranquilos, y no vivir pensando cada vez que tenemos que renovar el alquiler, a cuánto se nos va a ir. Todos tenemos nuestros laburos, y da miedo a veces que se pueda perder esto que logramos generar por tanto tiempo.
H: El jubilado está en una situación bastante compleja en estos momentos, porque de varios sectores los van acorralando. No es sólo por el cierre de espacios culturales y de recreación, sino también por el tema tarifario, los alquileres, la suba del precio de los medicamentos, las prestaciones …
L: Desgraciadamente acá calculá que te digo, como 250 adultos mayores vienen, y si bien no es el momento para hablar de todo esto, porque vos querés que se relajen, que disfruten y aprendan, cuando se dan esas charlas te mata. Porque “no, hay un remedio que no lo tomo más, tomo otro, porque si no no puedo comprar comida” y empiezan a elegir qué remedio tomar. Antes, había mil millones de cosas para mejorar, pero esto nunca vi, es una bestialidad. Yo tengo 57 años y no lo vi nunca esto. En el centro tratamos de no hablar tanto estos temas para que todos se sientan cómodos, pero es muy fuerte, imposible de ver.
S: Pasa que nosotros pagamos de luz 6500 pesos y nos vino 39 mil el mes pasado, este mes todavía no vino.
L: Antes, esta luz la teníamos prendida.
L: Pero nada de esto nos paraliza.
S: Tenemos mucha gente que colabora, hay chicas, amigas, que vienen a la mañana,
L: Solos, esto no se hace. Si esto no es colectivo, no hay nada que salga bien. Si te quedás en las dificultades no hacés nada. Decí que nosotros hacemos la feria, el que nos alquila es el de arriba, hacemos comida en la parrilla, y con eso conseguimos plata como para pagar uno, dos meses, de alquiler.
S: A la mañana hacemos visitas guiadas donde viene un montón de gente.
L: Ahora también nos complica el pedido de corte (de la calle) así que los hacemos más espaciados. Aparte, es mucho laburo, porque es toda la semana cuidar el lugar, que los vecinos no pongan los coches en la calle, armamos los gazebos, porque los vendedores y artesanos vienen gratuitos, se llena toda la cuadra, viene la Cruz Roja a hacer clases de RCP, está re bueno.
Y es mucho laburo, trabajan 5, 6 pibes en la parrilla, cinco o seis pibas acá. Nos gusta igual. Es lindo porque la gente del comedor, las chicas de la Carbo (Carbonilla), nos trajeron tortas para vender. El gesto de ellas, que decían “ustedes nos ayudaron tanto tiempo a nosotros, cómo no vamos a ayudarlos a ustedes”. Tienen el comedor y los talleres de cocina.
L: En este momento, que se vaya dando esto, que podamos sobrevivir, y que hayan venido ustedes nos parece muy importante. Y una vez que arancás, se arman un montón de círculos.
De hecho, el domingo hubo una visita fotográfica. Se juntaron acá a las dos de la tarde a pesar de que el clima no los acompañó, y participaron un montón de vecinos, estuvo buenísimo. Se van generando estas cosas.
(sobre los juegos de rol, dungeons and dragons, los domingos) Son un montón, gente grande, pibes, todo, había un montonazo, como 25, 30 personas, juegan todos los domingos. El primer día que vinieron yo no sabía ni de qué hablaban. No entendíamos bien de qué hablaban. Mientras no se escabien y no fumen acá adentro todo bien (nos reímos). Y se reía el pibe “no, por favor”, y hace un montón que están. Son macanudos. Aparte, nada, viste, es muy interesante, nos quedamos un día a ver cómo era, son esas cosas que uno va aprendiendo así, de grande y qué bueno.
Muchísimas gracias a Silvana, a Lito,y a Horacio por sus palabras y su lucha tan amorosa, tan importante. Dejamos acá las redes del Laberinto, y nos encontramos en próximas ferias, eventos, festivales de Tinta y programas de radio.
y a bancar nuestros espacios culturales, lugares de encuentro, construcción colectiva, disfrute, aprendizaje. A cuidarnos y acompañarnos mutuamente en estos tiempos que promueven el individualismo y el odio. Elijamos el amor, el cariño, la escucha, la compañía. Abracemos a todos los Laberintos.
@laberinto_de_chas. Av. Gral. Benjamín Victorica 2642, Parque Chas, Cdad. Autónoma de Buenos Aires
Y, para terminar, pudimos charlar un poquito con Claudia, que nos cuenta su historia y su vínculo con el Laberinto. ¡Gracias por tus palabras! Les dejamos acá lo que nos contó.
Me llamo Claudia Moretti, soy de acá de la Comuna 15, formo parte de una de las instituciones pioneras de la Comuna 15, que es la Asociación de Fomento Federico Lacroze, que ahora cumple 100 años. Siempre estuve vinculada con la gente del barrio a través de mi labor institucional, conocí a Lito cuando fue el primer comunero de la 15, vine a la primera feria que hubo acá, hacían ochenta grados de calor, pasamos una tarde maravillosa. Con el tiempo, la pandemia y todo eso, por casualidad hablé con Lito, preguntándole sobre los talleres de italiano, ¡y me dijo “justo te estaba por llamar!” en 2008, por ahí, y así armamos mi curso, que vengo dando desde ese momento, ayornándose año tras año, pasando del video cassette a internet, de los grupos de facebook a los grupos de whatsapp. Es un curso pensado para personas mayores, o personas que quieran viajar, de conversación, con gramática incluida, ágil, dinámico, simpático, que atraiga porque para problemas ya tenemos la vida. Aparte desde el esquema, viste, está trazado, pero no hay examen final. Un trabajo final sí, porque necesito evaluar, pero sin presiones.
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Dicen los responsables de editar Tinta Revista: “La razón principal por la que consideramos seriamente armarnos este medio alternativo es la siguiente: nos parece crucial tener un canal de comunicación más dinámico entre nosotrxs. Poder hablar de temas, traer propuestas, organizar movilizaciones, tomar decisiones rápido y poder leernos en el día a día sin depender necesariamente de la publicación de una nueva edición o de instagram es clave, sobre todo en estos tiempos, que pasan 24 horas y la situación cambia dramáticamente”.
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