El piso de la cancha del Club El Trébol a nuevo
El fin de semana largo se realizó una jornada comunitaria para pintar nuestra canchita donde juegan los chicos y chicas del club. “Quedamos muy contentxs por el resultado además ya empezaron los entrenamientos y el próximo finde salen amistosos”, expresaron desde sus redes sociales.
Desde la a comunidad del Club El Trébol publicaron con alegría: “Hoy pintamos la cancha del barrio y donde juegan los chicos y chicas del club. Gracias a todas las familias que se acercaron a ayudar. A cada chico del baby futbol y a las chicas del futsal”.
Su actual presidente es Jorge Princic, que piensa al club como una comunidad: “para el mantenimiento de la cancha han hecho aportes personas que no son socias de El Trébol pero que le interesa que el piso se vea en buenas condiciones.
Hoy en el club se puede practicar futbol en forma mixta, boxeo, taekwondo. La fecha para el regreso de los entrenamientos habituales será el lunes 27 de febrero.
Este año, “El Trébol” cumple 80 años y para conocer algo de su historia compartimos parte del relato de Don Enrique Piaggio, expresidente y uno de sus fundadores. El testimonio es de 2003 cuando el club estaba cumpliendo 60 años y fue publicado por nuestro medio.
Una versión incompleta de la historia del Club El Trébol de Parque Chas
El 21 de septiembre de 1943 un grupo de amigos entre los que se encontraba Ernesto Piaggio, fundaron un Club Social y Deportivo al que denominaron “El Trébol”, en homenaje a un prestigioso equipo de polo de esa época en donde jugaban los hermanos Menditegui.
Los colores de la camiseta -amarillo y verde – vaya a saber porque capricho se lo pidieron prestados a la bandera de Brasil, pero las primeras casacas que vistieron eran iguales a las de Gimnasia y Esgrima de la Plata, adquiridas gracias a la recaudación obtenida por la venta de diarios y botellas, con la que compraron también su primera pelota, un inflador y una canasta de mimbre.
Ernesto Piaggio recuerda que el almacenero Don Jaime de la calle Liverpool, les prestaba un rincón del comercio para acopiar los diarios y botellas. El debut de los novatos del Trébol se produjo en las canchas de Saavedra y el bajo Belgrano hacia donde iban y volvían caminando.
Necesitados de un lugar para organizar reuniones, la cocina de la fábrica de carritos de madera de la calle Gándara y Bauness, ofició de parlamento. Y como además había que empezar a recaudar dinero, allí preparaban café al que vendían al módico precio de $ 0.05 centavos.
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