Complejo Cultural 25 de Mayo: A una década de su recuperación siguen pidiendo gestión consensuada
El 21 de noviembre de 2007, la lucha de los vecinos de Villa Urquiza se hizo realidad cuando después de 25 años se produjo la reapertura del Petit Colón de la Avenida Triunvirato.
El predio del Cine-Teatro 25 de Mayo sobrevivió al abandono y estuvo a punto de convertirse en un Bingo, pero los vecinos en su incansable lucha lograron rescatarlo de la desidia. El 21 de noviembre de 2007, esa insistencia dio sus frutos cuando después de 25 años la luces del Complejo Cultural volvieron a encenderese.
Aquel día, los protagonistas de esa lucha “Respaldados por la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires y la promulgada Ley 2.176 de Defensa de la Cultura”, presentaron el Proyecto de Ley de Gestión Consensuada en la Legislatura porteña.
En el año 2004 los vecinos firmaron un Acta Acuerdo con el Gobierno de la Ciudad acordando el carácter público no concesionable del Complejo Cultural, con la participación de los vecinos en la planificación y gestión de las actividades que se desarrollarían en el futuro.
El proyecto de ley nunca fue tratado en el Parlamento porteño. El mismo buscaba asegurar la participación de los vecinos más allá del signo político gobernante. Para tal fin se proponía la constitución de una mesa de gestión consensuada, integrada por referentes de Vecinos por el 25 de Mayo, la entonces Secretaría de Cultura porteña, el director y el administrador del centro cultural y un representante de los trabajadores.
Hoy, a diez años de aquella gesta vecinal, Mario Masquef, uno de los miembros de “Vecinos por el 25 de Mayo” e integrante de la Agrupación Urquiza Coral, dijo en diálogo con Página/12 que se está pidiendo una mayor inclusión de actividades culturales acorde a la historia de lucha de la recuperación del Cine Teatro 25 de Mayo. Entre ellas que funcione un cine (ciclos nacionales e internacionales); talleres de formación a precios más accesibles o gratuitos –los actuales cuestan 500 pesos mensuales– y lugar para producciones propias.
En el último tiempo se logró que tanto la Agrupación Urquiza Coral como el grupo de teatro comunitario Los Villurqueros ensayaran en el centro cultural y desarrollaran actividades de importancia. También hay milonga, cada domingo.
Vecinos x el 25 reclama para que la institución responda a las necesidades del barrio. “Nuestro objetivo es consensuar el rumbo cultural. Presentamos, inclusive, un proyecto de ley para una gestión consensuada entre el gobierno y los vecinos. No queremos tocar dinero ni ser funcionarios, sino discutir el diseño cultural”, señaló Masquef a Página/12.
Por su parte, la arquitecta Mónica Dittmar, integrante también de Vecinos por el 25 enfatizó que “El actual no es el proyecto de los vecinos. Este espacio se recuperó para el desarrollo de un proyecto participativo, integral, pensado, planificado, programado. No es un centro cultural más”. Asimismo expresó que el espacio debería pertenecer a la comuna 12 –para una mayor autonomía- y no al Centro Cultural Recoleta como en la actualidad. El argumento de la vecina se apoya en que se desarrollaría un proyecto orientado más a la inclusión social que a negocios y eventos.
QUEREMOS QUE “EL 25 DE MAYO”, sea considerado un bien cultural patrimonial de la Comuna 12 de la Ciudad de Buenos Aires, y que no pierda la esencia de lucha y defensa de la cultura exigían desde la Agrupación en 2008.
Por tal motivo, los vecinos están reclamando una reunión con Monina Bonelli, actual directora del Complejo Cultural 25 de Mayo.
La funcionaria dijo a Página/12 que esa posibilidad no está lejos de concretarse y se comprometió a “amplificar” este año el vínculo con la comunidad. “El trabajo con el 25 trata no de inventar, sino de escuchar, entender lo que pasa y hacer foco en determinadas cuestiones. La identidad del centro cultural tiene que ver con su historia, que no solamente se remonta a la reapertura, sino que en sus orígenes fue construido por voluntad de los vecinos, por eso este años quieren reforzar el vínculo”, finalizó.
El edificio del Complejo Cultural 25 de Mayo, es una obra del eclecticismo historicista, construida a fines de la década del 20, que cobijó en su histórica sala las mejores compañías teatrales y musicales de la época. Por su escenario pasaron figuras como Carlos Gardel, Agustín Magaldi y Edmundo Rivero, entre otras. Al estar amenazado su futuro, se conformó la Asociación Pro-Recuperación del Cine Teatro 25 de Mayo, que realizó movilizaciones y gestiones tendientes a desactivar una futura bailanta y recuperar para usos culturales este edificio de valor patrimonial.
En este marco crítico, el Gobierno porteño resolvió adquirir el inmueble a principios de 2004, y desarrolló un proyecto desde la Dirección de Infraestructura de la entonces Secretaría de Cultura para salvaguardarlo. Acompañando la iniciativa vecinal, el programa del complejo fue formulado aprovechando las potencialidades del edificio sin desvirtuar su esencia, adecuándolo a los requisitos actuales de confort.