Asalto en la parroquia San Alfonso
Ocurrió el último domingo en la parroquia San Alfonso María de Ligorio y según contó el sacerdote fue tras la ceremonia cuando un sujeto fingió estar descompuesto y se quedó en el lugar. Luego entraron dos cómplices y allí maniataron a las víctimas y se llevaron dinero, joyas y artículos de electrónica.
Al menos tres delincuentes sorprendieron a un cura y a un feligrés luego de una misa en una parroquia del barrio de Parque Chas, los maniataron y los robaron una suma de dinero en pesos y dólares y alhajas, según informaron hoy la víctima y fuentes policiales.
El hecho ocurrió tras la misa del último domingo alrededor de las 12.35 en la parroquia San Alfonso María de Ligorio, ubicada en Barzana 1515 del barrio de Parque Chas, luego de que finalizara la misa del mediodía y comenzaran a retirarse los vecinos que habían asistido.
Según relató hoy al canal Crónica TV el propio párroco, los ladrones se mezclaron con el público y cuando terminó la ceremonia uno de ellos fingió estar descompuesto y permaneció en el lugar.
Cuando ya no quedaban fieles, el delincuente le dijo que se trataba de un asalto e hizo ingresar a otros dos cómplices, dijeron las fuentes policiales.
«En ese momento, estaba solo, pero tenía dos cómplices a los que hizo entrar después», dijo la víctima, en referencia al momento en que uno de los delincuentes «saca un arma» cuando cerraba la iglesia y lo amenazó con dispararle.
Siempre según el cura, cuando el agresor «tuvo dominada la situación» hizo pasar a sus compañeros, «anularon las entradas» de la parroquia, lo maniataron tanto a él como a un anciano que se había quedado para conversar, y comenzaron a exigirles la entrega de dinero, joyas y artículos de electrónica.
«Me amenazaron con armas y algunos golpes, fue una pesadilla porque uno va a atender a una persona por una necesidad y de pronto se transforma en un monstruo», dijo el cura, quien recordó que los ladrones les pedían insistentemente «plata y monedas de oro».
Luego de alrededor de media hora, los delincuentes se marcharon con todo lo que pudieron robar y dejaron a las víctimas atadas, aunque como el hombre mayor que lo acompañaba estaba «frágil de salud», según el párroco fue «tratado mejor» y «pudo zafarse y alertar a la policía».
Para la víctima no quedaban dudas de que el delincuente que lo abordó «era un feligrés más que había estado el domingo anterior», por lo que consideraba que «ya había hecho un trabajo de inteligencia previo».
La parroquia está dentro de la jurisdicción de la comisaría 39na. porteña, cuyos efectivos investigaban el hecho.
Fuente: www.online-911.com