“Algo de paz”: A 30 años del Festival de la Solidaridad Latinoamericana
El 16 de mayo de 1982, en plena guerra de Malvinas, cerca de 60 mil personas, en su mayoría jóvenes, fueron testigos del recital que reunió a los principales referentes del rock nacional para pedir por la paz y recolectar alimentos y abrigo para los soldados argentinos que participaron del conflicto. El recital fue transmitido por televisión, algo insólito para una música que no sonaba habitualmente en los medios masivos.
Por Fernando Belvedere
Al iniciarse el 2 de abril el conflicto bélico de Malvinas, el gobierno de facto presidido por Leopoldo Galtieri, decidió «recomendar» a las autoridades que controlaban los medios radiales, impedir la difusión de quienes cantasen en inglés. En ese marco, se desarrolló el Festival de la Solidaridad Latinoamericana.
La periodista Gloria Guerrero recuerda ese momento a ParqueChasWeb: “Con respecto a si gracias a Malvinas se impulsó el rock nacional, hay que aclarar que la situación tuvo que ver con que estaba prohibida la difusión de temas en inglés, por lo cual todos empezamos a difundir rock en italiano (Franco Battiato, mi gran ídolo), rock francés, rock húngaro (lo pusimos con Lalo Mir en 9PM por Radio del Plata), rock de España (los de Barón Rojo tuvieron su gran momento) hasta que las discográficas se calzaron el medallón y la polera y empezaron a grabar a artistas argentinos para tapar el hueco.
El gobierno militar no impulsó nada, nunca. Las radios no tenían qué carajo difundir (al haberse prohibido la música cantada en inglés), y ahí empezó a gestarse una sobredosis de grabaciones en español, entre las cuales cayeron buenos artistas de rock argentino, artistas mediocres de rock argentino, y artistas arribistas y horribles de rock argentino. Los milicos NUNCA impulsaron nada bueno; y en cuanto a la música de la gente, ni siquiera pudieron impulsar algo malo.”
Hubo y hay voces a favor y en contra, sobre si haber participado en el evento era un acto de complicidad o ingenuidad. El festival transcurrió con una emoción y mensaje implícito: “era un evento por la paz”, y NO en apoyo a la guerra y a las autoridades militares y hay quienes opinan que el 16 de mayo de 1982 marcaría un antes y un después en la historia de nuestro rock nacional.
El Festival de la Solidaridad Latinoamericana» contó con la producción de Daniel Grinbank, Alberto Ohanian, Oscar Lopez y Pity Irruñigarro (representantes de los artistas más conocidos hasta ese momento). Hay que mencionar, que una idea original y parecida ya había sido barajada por Pappo, junto a Javier Martínez y otros músicos, poniendo como excusa el regreso de alguno de los grandes grupos de la historia del rock nacional, para de esta manera tentar a la gente, ratificando el deseo de paz y ayudar de alguna manera a nuestros soldados.
La revista PELO, así describe los días previos al evento: “El recital se pensó originalmente como una sola fecha en el Estadio cerrado de «Obras», luego abren una segunda función, y faltando un día ya estaban vendidas dos funciones. Los militares le ofrecen a Daniel Grimbank abrir la avenida Udaondo, pero la gente que tenía a cargo el armado del escenario, pone en conocimiento de la producción que es algo muy peligroso hacer un techo en dicho lugar, dada las dimensiones del evento. También se tuvo en cuenta la realización en la cancha de River, pero a último momento se decide utilizar la cancha de rugby y hockey del club «Obras Sanitarias», que este último cedió en forma gratuita.
En un comienzo, algunas de las grandes figuras del rock no estaban de acuerdo con el evento, o por lo menos eso dejaban entrever, supuestamente temían quedar como «los músicos que apoyan la guerra y a los militares». Pero el Festival se desarrolló con un claro objetivo: Exigir la paz en las Islas Malvinas, recaudar víveres y ropas para los combatientes y agradecer la solidaridad de los países latinoamericanos.
Hacia las tres de la tarde -con 40 mil personas afuera- se abren las puertas del estadio y la voz del locutor José Luis García pide tranquilidad y orden. Más de uno quiere suspender todo… no había ambulancias ni bomberos adentro.
Finalmente, cerca de 60 mil jóvenes, se congregaron en el recital que fue transmitido por Canal 9, y las FM, «Del Plata» y «Rivadavia». Hecho insólito para una música que no sonaba habitualmente en los medios masivos de difusión.
Tras cantar el himno y hacer un minuto de silencio en honor a los caídos, el festival se inicia a las 17 con un «Obras» colmado. La apertura estuvo a cargo del «Dúo Fantasía», a quienes les siguen una banda formada por Ricardo Soule, Rodolfo Gorosito, Alejandro Pensa y Edelmiro Molinari. Le siguen Cantilo-Durietz (quiénes aclaran que era un recital por la Paz), Dulces 16 (con Pappo como invitado), Rubén Rada, Moro/Satragni, Medina, Juan Carlos Baglietto, Piero, Basoalto, Zas, Javier Martínez, Pasavento, Rinaldo Rafanelli, Ricardo Mollo, Litto Nebbia, Tantor, Spinetta (que se encarga de aclarar al público que el evento no es para festejar nada) acompañado por Diego Rapoport y Leo Sujatovich, Nito Mestre, Leon Gieco con Tarrago Ros como invitado, Raúl Porchetto, Charly García con Alfredo Thot y David Lebón.
En el final y luego de varias horas de música, «Porsuigieco» y casi la totalidad de los músicos que participaron, cantan “Algo de paz» y «Rasguña las piedras» ante el delirio de los miles de asistentes.
A continuación, reproducimos opiniones de algunos de los músicos que participaron del festival. Hubo quienes se negaron a hacerlo (los grupos Virus y Los Violadores) por considerarlo cómplice del accionar de la Junta Militar:
Raúl Porchetto (a Página/12): “En plena guerra se hace el Festival de Solidaridad, que se cierra con “Algo de paz”. A mí, antes de subir, un coronel con una 45 me dice, “che Raúl, hoy no es para cantar algo de paz, no sé si entendés”. Yo subí con un miedo bárbaro, pero al final la terminé cantando, y esa imagen dio la vuelta al mundo, 60 mil tipos jóvenes cantando aquella canción. Por eso cuando alguien me dice que el Festival de la Solidaridad fue una colaboración, yo pienso, ‘la ignorancia es atrevida’.”
Rodolfo García (ex Almendra, Aquelarre y Tantor) recuerda a ParqueChasWeb: “Al Festival nos convocó Daniel Grinbank para participar en apoyo a los combatientes de Malvinas y juntar cosas para enviar a las Islas. Yo actué con Tantor, el grupo del cual era integrante en ese momento.
Daniel, era el productor de las principales figuras del rock nacional y tenía experiencia en organizar recitales masivos, así que interpreto que las autoridades recurrieron a él, por ese motivo. Me acuerdo que entre el público estuvieron los hijos de los diplomáticos de los países sudamericanos que nos brindaron su apoyo. Desde ese sentido que se le dio al evento, para mí fue importante y no me arrepiento de haber participado. Hoy es muy fácil juzgar con el diario del lunes, sabiendo todo lo que pasó después con esa guerra. Las bandas que se negaron a participar habrán tenido sus motivos valederos, como quienes decidimos estar ese día. El recital se desarrolló todo el tiempo bajo una consigna bien pacifista, cantando “Algo de paz” y “Sólo le pido a dios” y en ningún momento ninguno de los músicos hizo alguna mención en apoyo a la guerra ni a favor del gobierno de facto. Recuerdo que después de Obras, con Tantor tocamos en el cuartel de los bomberos voluntarios de San Isidro, por la misma causa.”
Por su parte, el escritor de la generación beat, poeta y periodista ambiental, Miguel Grinberg expresó a ParqueChasWeb: “No asistí al Festival pues en esa fecha estaba trabajando en Kenya como parte de la junta directiva de un Centro Internacional para el Medio Ambiente, con sede africana.
Lo que sí tengo muy presente es que volví a Ezeiza, y ya instalado en el Tienda León para acercarme al Centro, el chofer tenía puesta la radio y desfilaban Pappo’s Blues, Aquelarre, etc. Sorpresa total. Le pregunté si él sabía el motivo de esa «novedad» y comentó que la Junta había prohibido la emisión de música cantada en inglés. Ya en Buenos Aires indagué un poco más y mis amigos productores de radio comentaron que unánimemente habían empezado a difundir el segmento rockero de las discotecas, pues a esa altura había un montón de discos argentos para llenar el hueco dejado por la música anglosajona. Por lo tanto, para nada fue un decreto legitimizador de los militares en el poder.»
Julio Moura (Virus) :
“Creo que fue una propuesta a todos los grupos en general, que nosotros sentimos como muy desagradable. No tenía nada que ver con nada, de repente éramos enemigos de los Beatles. Se trató de hacernos creer que era para ayudar a la recuperación de las Malvinas, pero terminó siendo un fraude. Nosotros queríamos que se terminara la guerra, que no tenía sentido más allá de que creyéramos que las islas son argentinas. Mandar a los chicos allá y subirte a un escenario para especular, era horroroso… Lamentablemente, el momento no dio para decir todo esto porque si decías algo te daban un palazo en la cabeza. Era todo muy confuso: uno también pensaba que a lo mejor los chicos podían zafar y sacarlos a la mierda a los ingleses, y tampoco éramos tan consciente como ahora de lo que pasaba. Lo mejor que pudo pasar es que se terminara la guerra. Pero entiendo que a más de uno le vino bien aquel festival porque no tocaba ni en la cocina de su casa, y cuando les ofrecieron tocar se transformaron en los ‘héroes de Malvinas’”. (Sánchez Fernando y Riera Daniel, Virus un generación de Fernando Sánchez y Daniel Riera, Sudamericana, Buenos Aires, 1994).
Testimonio de Luis Alberto Spinetta, durante su intervención en el Festival.
