“1982”: Un libro que retrata a los protagonistas del rock, el punk y la canción latinoamericana
Claudina Pugliese, vecina de Parque Chas, es bajista y fotógrafa y fue testigo directa del movimiento punk porteño que surgió a principios de los 80. En la Feria del Libro que acaba de finalizar, presentó su libro de fotografías con registros inéditos publicados por GES-Comunicación que testimonia ese tiempo esencial, para ver a Luca Prodan, Stuka, Charly García, Pil Trafa, Luis Alberto Spinetta, Federico Moura, Pedro Aznar, Alejandro Sokol, Egberto Gismonti, Ney Matogroso, Las Bay Biscuit, León Gieco, Pappo, David Lebón y muchos músicos más.
Claudina Pugliese, es fotógrafa, música, técnica electrónica e ingeniera en grabación de audio digital. Nació en Vicente López, pero hace varios años vive en Parque Chas.
“Fotógrafa desde los 17 años, comencé a trabajar en revistas y eventos, fotos de músicos y diversas ramas del periodismo gráfico. Como reportera para Editorial Abril en 1980 obtuve la credencial de Argra (Asociación Argentina de Reporteros Gráficos) N° 876”, comenta Claudina en el prólogo de su libro 1982. Mejor hablar de ciertas cosas, (Grupo Editorial Sur) que se acaba de presentar en la última Feria del Libro internacional que se hizo en la Ciudad de Buenos Aires.
Claudina Pugliese se unió al movimiento punk en 1981, después de haber perdido su trabajo, mi pareja, en un momento casi desesperante, en medio de la Guerra por Malvinas: “Trabajaba de laboratorista para un estudio publicitario y por un aviso que publiqué en el cuadernito que dejaban en la revista Expreso Imaginario para mensajes, conocí a los primeros punks…una suerte de rudimentaria red social…y permanecí activa en él hasta fines del 82. Momento de pasiones tristes y furia contenida, muchos nos juntábamos en boliches, vestidos de negro, mucho cuero, haciéndonos los malos…para encontrarnos con nuestros pares. Un viento fresco que barría nuestras profundas penurias, aunque sea, momentáneamente. Muchos de ellos siguen siendo mis amigos; muchos ya no están vivos”, recuerda Claudina.
1982. Mejor hablar de ciertas cosas incluye fotos que Pugliese pudo rescatar de trabajos profesionales sobre rock nacional y algunos artistas uruguayos o brasileros, pero todo pertenece al mismo año; son fotos reveladas y escaneadas del negativo por ella misma.
“Hasta ese momento mis estudios eran los comunes, secundario, inglés, fotografía en el Fotoclub Argentino…todo lo demás es posterior al 82…y del año 1982 en especial, no hace falta decir nada más. Ya lo sabemos. Por motivos que no puedo nombrar, me sustrajeron once rollos de negativos sobre punk y festivales y reuniones que eran muy valiosos, y lamento no poder publicarlos. Alguien los tiene. Que me escriba y hacemos segundo libro con eso…qué tanto”, señala Claudina.
Luego de 1982, Pugliese se dedicó a la música, ya había estudiado guitarra y piano de muy chica y eligió el bajo eléctrico, instrumento que tocó profesionalmente hasta 2019.
La autora de los registros fotográficos comenta que todas las fotos publicadas son de 1982. “Y quedaron algunas afuera. No existen muchas más porque en realidad por un lado yo nunca fui fotógrafa de rock y por el otro, antes iba a recitales pero sin cámara. Por eso, también fue tan fuerte para mí entregar estas imágenes que son tan personales y que reflejan de algún modo lo que me pasó y viví ese año”.
Claudina señala también que editar el libro fue algo mágico en la que está involucrado el hermano de Luca, el líder de Sumo: “Una vez Andrea Prodan, a quien conocí grabando en un grupo donde yo tocaba, hizo una exposición en la Plataforma Lavardén de Rosario con objetos personales de Luca, a quien personalmente amé junto a Los Violadores, y que paseó por todas partes. En esa oportunidad viajé con mi marido y le llevé las fotos que tenía de su hermano impresas en 30×45 y le dije, ‘Hacé lo que quieras con el material porque considero que sos el dueño de esto, como de todas las cosas que fueron de Luca’”.
A partir de ese momento, empezaron a llamar a Claudina Pugliese de varios medios. “Comencé a darme cuenta que mis fotos estaban incluso publicadas en el diario La Nación y formando parte también de los libros Luca. Libertad divino tesoro, de Oscar Jalil; Uno, dos ultraviolento. La historia de Los Violadores, de Esteban Cavanna ambos editados en 2015 y en Más allá del bien y del punk. Ideas provocadoras (2017) de Juan Carlos Kreimer y Pil Chalar. Aunque algunas veces me pagaron por los derechos y otra no. Finalmente, desde Grupo Editorial Sur me dijeron ‘Vos tendrías que hacer con este material un libro’.
1982. Mejor hablar de ciertas cosas comienza con las fotos que para Claudina son las más significativas. Sumo y Hari B cuyo verdadero nombre es Pedro Brown que integró Los Violadores.
El libro también contiene fotos inéditas del Festival de la Solidaridad Americana, -el 16 de mayo se cumplieron 40 años de su realización- recital organizado bajo el gobierno militar a beneficio de los combatientes de Malvinas y que con el paso de los años se generó una polémica por la participación de los principales referentes del rock nacional en ese momento.
“Con respecto al punk a mí siempre me movió más el deseo que la ideología. Cuando fui a ver por primera vez a Los Violadores sentí que me representaban ciento por ciento. Como si ellos hubieran abierto una ventana un día de tormenta de verano y entró ese aire fresco que estaba esperando. A mí me gustaba mucho el rock nacional anterior aunque no era de ir a ver bandas como Sui Generis o Almendra por ejemplo. En mi caso y te diría por cuestiones personales, me encantaba vestirme de negro y dejar salir esa rabia que por momentos sentía. Por eso, cuando descubrí que había gente igual que yo no podía creer que encajara en algún lado. Fue como encontrar mi tribu. Después, me alejé de toda esa movida por una cuestión de salud. Dejé la fotografía también y me puse a estudiar seriamente el bajo lo cual me llevó a ser cesionista de jazz por 30 años. Luego, retomé las fotos pero ya lejos del rock porque no me lo bancaba más”, señaló Claudina Pugliese, en una entrevista que le realizó la Agencia Paco Urondo en 2020.