Portal de Parque Chas: "5 años haciendo Historia"
Buenos Aires, Argentina /
Fecha de Publicación:12/06/06 Redacción ParqueChasWeb

ENTREVISTAS CON OCTAVIO GETINO Y GERARDO VALLEJO
Fundadores del grupo "Cine de Liberación" que vivieron en Parque Chas

Gracias al dato aportado por el historiador -oriundo de Parque Chas- Leonardo Killian, nuestra redacción pudo saber que Octavio Getino y Gerardo Vallejo fueron vecinos del barrio durante algunos años. En la década del '60 ambos formaron junto a Pino Solanas, el grupo "Cine Liberación". Por aquella época el documental político tuvo en la Argentina su momento fundacional gracias a la masividad lograda por el formato audiovisual. Los realizadores comprometidos con su realidad social utilizaron la cámara para denunciar la represión militar, el hambre, la pobreza, la explotación de los trabajadores y la entrega de las riquezas nacionales a poderes económicos extranjeros. Con aquella materia prima dieron vida a la película "La Hora de los Hornos".



Por Fernando Belvedere



Octavio Getino es actual coordinador del OIC Observatorio de Industrias Culturales de la Ciudad de Buenos Aires y además forma parte del comité asesor del Canal Ciudad Abierta. Por su parte, Gerardo Vallejo estrenará a fines de junio su nuevo film
"Martín Fierro, el ave solitaria", una nueva versión fílmica basada en el poema de José Hernández. Su última película fue "Con el Alma", realizada en 1995 y protagonizada por Alfredo Alcón y Lito Cruz.
ParqueChasweb entrevistó a ambos directores para hablar de sus pasos por el barrio y de sus actuales proyectos.


Reportaje a Octavio Getino


- Octavio, ¿Dónde nació?


- Nací el 6 de agosto de 1935 en León, Castilla y León, España y soy argentino naturalizado.

- ¿Entre qué años vivió usted en Parque Chas?, y ¿Cómo llegó al barrio?

- Lo hice, desde mi regreso del exilio en 1988, en la esquina de Liverpool y Bucarelli, dos nombres muy asociados a mis recuerdos de la ciudad de México, donde radiqué con mi familia entre 1982 y 1988. No busqué a propósito las calles de Parque Chas. Todo se dio como mera casualidad. Simplemente coincidió, para felicidad de los amigos mexicanos a quienes les enviamos nuestra dirección y vieron confirmada la extensión de su "territorialidad" urbana a otros pagos de Sudamérica... Si observan esa esquina verán una casa de color rojo mexicano. Esa fue nuestra casa por más de 10 años.

- ¿Fue vecino de Gerardo Vallejo?

- Gerardo vivió un tiempo a media cuadra, sobre Bucarelli, en la vereda de enfrente. Allí hicimos algún recordable asado. También buenas empanadas tucumanas. Gerardo es un maestro en ese tema.

- ¿Cómo comenzó su incursión en el cine?

- Fue allá, por 1963, cuando inicié estudios de cine, tras haber incursionado en la literatura como cuentista. Un año después gané en La Habana el Premio Casa de las América, un Premio del Fondo Nacional de las Artes, y eso me alentó a seguir combinando cine y literatura.

- ¿En qué año conoce a Pino Solanas y en que circunstancias?

- Lo conocí cuando vino un día al lugar donde estudiaba cine -era ACE, la única escuela existente en ese momento en la ciudad en materia de cine- y lo hizo con otros cineastas (el italiano Valentino Orsini y Alberto Fischerman) que estaban elaborando un proyecto de largometraje, del que participaban también Horacio Verbitsky, Agustín Mahieu y Fernando Arce.

Se interesaron por lo que yo había hecho -un cortometraje, "Trasmallos", que había sido premiado en ese entonces- me incorporé al grupo, elaboramos el guión de un proyecto fílmico, el Instituto de Cine lo censuró, y entonces seguí con Solanas, a quien me unía un mayor acercamiento ideológico y estético, y comenzamos por nuestra cuenta el proyecto de La hora de los Hornos.

- ¿Cómo y porqué se inicia "Cine Liberación?

- Se inicia como tentativa de dos cineastas, a la vez que militantes del campo de la cultura, de poder expresar nuestra visión del país y de sus problemas sociales y políticos. Lo hicimos no gracias al Instituto de Cine, sino en contra de la política dictatorial entonces dominante, como una manera de aportar a las luchas existentes entonces por la reinstalación de la democracia y de los derechos sociales y políticos de nuestro pueblo.


afiche de "La Hora de los Hornos"


- Para las generaciones que no lo conocen: ¿Qué significó para usted "Cine Liberación"?,
teniendo en cuenta que su participación en aquel movimiento representaba una actitud militante con la que se llegaba a arriesgar la vida.


- Significó una de las experiencias más apasionantes de mi vida. La militancia política y cultural de esos años, pese a los riesgos que ella tenía -no olvidemos que en ese entonces, entre finales de los sesenta y la primera mitad de los setenta hubo compañeros de Cine Liberación que fueron desaparecidos o asesinados, o exiliados (Enrique Juárez, Pablo Szir, Jorge Cedrón, entre otros) y otros que debimos irnos al exilio, como Vallejo, Solanas, Rodolfo Kuhn, Humberto Rios…).

Por mi parte estuve entre el 76 y el 82 en Perú y desde entonces, hasta el 88, en México. De ahí también mi formación latinoamericanista. Pero dentro o fuera del país, la labor a favor de la libertad de expresión y de los derechos sociales y humanos, me dio muchas más satisfacciones, a todo nivel, que si no hubiera participado de la misma.

La política entonces era para nosotros una pasión. Hoy, en cambio, parece estar dominada por la especulación. Es un cambio fundamental. Prefiero la de aquel entonces, ya que si la vocación de cambios no está guiada también por lo pasional, por el amor, por los sentimientos, de poco a nada servirá la mera racionalidad especulativa. La que, por otra parte, no ha resuelto ninguno de los problemas mayores que vive nuestro país y nuestra gente.

- ¿Cómo ve la actualidad del Cine Nacional?. De las últimas producciones nacionales, ¿Cuál o cuáles en su opinión merecen destacarse?

- Creo que estamos viviendo uno de los momentos más interesantes de la historia de nuestro cine. Por un lado, cientos de jóvenes que comienzan a plasmar en imágenes su visión de las cosas, y con una gran diversidad de miradas y poéticas cinematográficas. A ello ha contribuido la ley de cine sancionada en 1994 y que posibilitó una labor estatal de fomento como nunca la hubo, y sin la cual el cine no podría competir contra la poderosa industria hollywoodense.

Entre tanta producción, uno desearía que aparecieran más películas capaces de conectarse efectivamente con nuestros públicos, lo cual siempre será más importante, que ganar un premio en uno u otro festival. Si se lo gana, mejor. Pero lo más valioso del cine es que pueda servir de medio de interconexión emocional e intelectual, con sus destinatarios inmediatos y directos que, antes que nada, es el público argentino.

Hay nuevos realizadores que avanzan sobre las experiencias de generaciones anteriores (Solanas, Aristarain, Sorin, etc.) y que están aportando sin duda al cine y a la cultura nacional, como son Lucrecia Martel -su filme "La ciénaga" me parece una de las obras más valiosas de los últimos años- Burman, Caetano, Sorin, Reyero, Bauer, Carri, Bruno Stagnaro, incluso figuras vinculadas a proyectos más comerciales, como Campanella o Piñeyro.

Todos ellos, y otros que no nombro porque la lista sería más larga, son parte de una cinematografía que debería enorgullecernos. Sin ellos veriamos muy resentida nuestra imagen y nuestra identidad y, por lo tanto, nuestra posibilidad de desarrollo.

- Usted integra el consejo asesor del canal Ciudad Abierta, ¿En qué consiste su participación? ¿Cuál es el mayor logro del canal?

- Simplemente he participado a invitación de su director, Alejandro Montalbán, tratando de aportar experiencias para el mejoramiento de un canal de servicio público, bastante ninguneado por quienes casi monopolizan la comunicación audiovisual en nuestro país, y que requiere de fomento y estímulos para que exprese cabalmente los temas de nuestra ciudad. En eso está Ciudad Abierta y espero que siga en un proceso de mejoramiento integral -de información y contenidos y de calidad estética y técnica- dado que el otro canal estatal instalado en la ciudad, Canal 7, sigue deambulando de un lado a otro sin encontrar nunca un rumbo cierto y a la vez válido para nuestra cultura.

- También es director del Observatorio de Industrias Culturales de la Ciudad cuyo objetivo es medir sus consumos y variables sobre la multiplicidad de actividades culturales. A dos años de la creación del OIC ¿Cuáles son los datos más relevantes o curiosos que surgieron de dichas mediciones?

- Soy coordinador de dicho proyecto, algo que creo de sumo valor para el desarrollo de la cultura, y que ahora forma parte de la Subsecretaría de Industrias Culturales de la Ciudad (dependiente del Ministerio de Producción). Reunir, procesar y poner en servicio información confiable sobre este tema, creo que es indispensable para la labor de funcionarios, empresarios, técnicos, estudiosos y para la población en general. Si la información es poder, democratizar la información es una de las formas más importantes para democratizar el poder.

Con ese espíritu estamos trabajando y prueba de ello es el Portal del OIC los boletines electrónicos que se distribuyen periódicamente, la revista Observatorio, publicaciones de investigaciones que hemos comenzado a realizar y encuentros locales o internacionales para tratar de manera particular el problema de las PyMEs de las industrias culturales, que por su dimensión de facturación y empleo, es el sector más importante de este campo de la cultura.

- Por último, y tomando en cuenta toda su experiencia en el ámbito de la Cultura, y mas precisamente en el cine ¿Qué le puede transmitir a los jóvenes directores y a los que están iniciando la carrera de Imagen y Sonido?

- No me gustan las recomendaciones a los jóvenes. Creo que ellos son suficientemente aptos para ir encontrando los caminos que mejor les parezcan. Simplemente, transmito experiencias personales. Si ellas pueden servirles, mejor, y de lo contrario que hagan las propias. Lo importante es que nunca se sientan conformes y autosatisfechos con lo que hacen o lo que ocurre alrededor. Aunque todo vaya bien, todo puede ir aún mucho mejor.

Un maestro de nuestra generación, el general Perón, nos decía cuando lo filmamos en el 71 en Madrid: "Qué vamos a ordenarles nosotros a los jóvenes, por favor. Miren el mundo de estropicios que hemos levantado… Peor, creo que no lo van a hacer…"

Por mi parte no soy tan optimista, entiendo la necesidad de un dialogo entre unas generaciones y otras, que el Proceso cortó en gran medida, y a través de ese intercambio cada uno aportará lo que tiene desde su propia situación y experiencia. Escucharnos entre unos y otros, ya será un hecho casi revolucionario en nuestro tiempo. Pensar que los "otros", forman parte del "nos-otros".

A eso creo que hay que apuntar si queremos construir una verdadera cultura realmente solidaria y comunitaria. En cuanto a quienes se aventuran -porque es realmente una aventura- en el estudio de la carrera de cine, lo que deben tener en cuenta es que sus posibilidades podrían mejorar, si a sus capacidades intelectuales, sensibles y críticas, se suma una mejor y mayor mirada sobre el contexto que habitamos, sobre nuestros problemas y sueños, sobre nuestras gentes. Es decir, si apuestan a que nuestras imágenes ocupen un espacio mayor en las pantallas chicas y grandes, por que si ellos no lo hacen, nadie vendrá a hacerlo en su lugar…



Reportaje a Gerardo Vallejo



- Gerardo, nos gustaría saber entre qué años vivió en el barrio, cómo llegó a él, y cuáles son sus mejores recuerdos de Parque Chas.


- Eva Piwowarski, fue la "polaca" que me llevo a Parque Chas, donde vivimos desde 1988 al 91. Allí me case con ella que ya traía un Diego de su primer matrimonio y yo tres más nacidos en Tucumán. En Parque Chas nacieron Camila que ya cumple 17 y después vino Mariana que va a cumplir 15.

Ahí viví en la calle Liverpool a media cuadra de la esquina donde estaba Octavio Getino y al frente estaba el almacén de Alberto, que me fiaba y alguna vez hasta me prestaba algún efectivo.

Fui muy feliz en Parque Chas y siempre quedó el sueño de alguna vez volver, y como el mundo es redondo ¿quién sabe no?

- A fines de junio se estrena su próxima película "Martín Fierro. El Ave Solitaria" ¿Qué significado tiene en la actualidad hacer la relectura del texto de José Hernández?

Mi abuelo Segundo Vallejo era un pastor analfabeto del pueblo de Cespedoza de Tormes, en Salamanca. Y escapando de la miseria en 1912 llego a Tucumán. Al año ya pudo traer a su mujer y mi padre de seis años. Recuerdo que siendo niño, de siete u ocho años a este viejo abuelo le gustaba que le lea el Martín Fierro y lagrimeaba con esta historia que lo unía y lo identificaba con este ser nacional.

Sobre el Martin Fierro hay una nota de Oscar Castelucci en www.losocial.com.ar que resume muy bien lo que me preguntás.

Aquí reproducimos un párrafo de la nota: "Gerardo Vallejo es el autor, también, del notable guión de la película. Lo escribió hace más de veinte años, durante la etapa en que debió vivir -dictadura del "proceso" mediante- exiliado en Madrid. Y esperó desde entonces, con telúrica paciencia, el paso del tiempo para concretar esta realización que llega ahora (no casualmente en estos tiempos que corren) a la pantalla. Esta circunstancia -la de no ser algo que se escribe rápido y al pasar y pensando en la taquilla y la coyuntura- se percibe no sólo en la madurez y en la solidez que evidencia la creación, sino en el modo riguroso y vital con que son captados el dolor ante la injusticia, el abuso de autoridad y las privaciones del exilio que recorren el texto hernandiano, y en la autenticidad con que la denuncia social se convierte en el eje central del relato".


"Martín Fierro. El ave solitaria" Será la primera película producida íntegramente por el Gobierno de San Luis que aportó cerca de dos millones de pesos y una buena cantidad de trabajadores (utileros, preparación de vestuario, etc.) mediante los subsidios de los planes de inclusión social. Con ese plan se construyeron las dos escenografías principales: el pueblo de Fierro —una ranchería ambientada en 1850—, la pulpería y el fortín ubicados en una estancia. La película fue filmada en su totalidad en la localidad de Buena Esperanza, pueblo agrícola gandero de 4 mil habitantes al sur de San Luis. Cuando llegó la película hubo conmoción en el pueblo porque muchos de los vecinos son extras.

 



Octavio Getino

Nació: el 6 de agosto de 1935
en: León, Castilla y León, España

Director, guionista y estudioso de la cultura, su película La hora de los hornos (1968), que realizó junto a Pino Solanas, es un ícono insoslayable del cine político latinoamericano.


Director:
El familiar (1972)
Perón: Actualización política y doctrinaria para la toma del poder (no estrenada comercialmente - 1971)
Perón, la revolución justicialista (no estrenada comercialmente - 1971)
Argentina, mayo de 1969: los caminos de la liberación (no estrenada comercialmente - 1969)

Guionista:
El familiar (1972)
Argentina, mayo de 1969: los caminos de la liberación (no estrenada comercialmente - 1969)
El camino hacia la muerte del viejo Reales (1968)
La hora de los hornos (1968)




Gerardo Vallejo
Nació: el 4 de enero de 1942
en Tucumán, Argentina


Fue asistente de dirección de la película La hora de los hornos. Luego de que una bomba estallará en la puerta de su casa en Tucumán, partió hacia el exilio español. Allí filmó Reflexiones de un salvaje, un trabajo sobre la recuperación de la historia de su familia paterna en el pueblo de Cespedoza de Tormes, Salamanca.



Director:

Martín Fierro, el ave solitaria (2006)
El inocente (inconclusa - 2000)
Con el alma (1995)
El rigor del destino (1985)
El camino hacia la muerte del viejo Reales (1968)

Guionista:
El inocente (inconclusa - 2000)
Con el alma (1995)
El rigor del destino (1985)
El camino hacia la muerte del viejo Reales (1968)


Fuente:www.cinenacional.com


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