Por Fernando Belvedere
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-Chiche, ¿Cómo fue tu relación con Parque Chas?
-Yo en realidad nací en la Ciudad de Córdoba, y mis padres se mudaron a Parque Chas cuando yo tenía dos años. Nos vinimos a Buenos Aires por negocios de familia que no resultaron. Papá tenía un almacén de ramos generales en Villa Giardino y además era viajante de comercio.

-¿En que calle viviste?
-Vivimos en la calle Gándara 2688, en un primer piso. Recuerdo que eran dos ambientes para cinco personas. En una habitación dormíamos mi hermano mayor, mi abuela y yo.
La cama de mi abuela era rebatible por que no había espacio, y el dormitorio de mis viejos, de día se transformaba en el living. Teníamos una vida austera.

-¿En qué escuela hiciste la primaria ?
-Hice hasta sexto grado en la escuela de Ballivián. Mi infancia transcurrió entre el colegio y la placita de "El Trébol", también la plaza Dominguito Sarmiento, a la que llamábamos la plaza de la "uruguaya", porque enfrente vivía una señora uruguaya que no nos dejaba jugar a la pelota porque decía que rompíamos las plantas.

-¿Qué otros lugares frecuentaban?
-Íbamos al cine Parque Chas. Después jugué campeonatos de fútbol en El Trébol en los que participaban distintos barrios.
Estaba Bardó, que era el canillita de la parada de Los Incas y Victorica. Él dirigía un equipo de fútbol muy bueno. Bardó y El Trébol se había transformado en el clásico del barrio.

En El Trébol además, nos juntábamos con mis amigos a jugar al metegol, al billar, y allí fumé mis primeros cigarrillos. Me cortaba el pelo en la peluquería "Los Tres Ases" de La Pampa y Triunvirato, y también veíamos exhibiciones de billar en el bar de Los Incas y Triunvirato. Disfrutábamos mucho del barrio.

Cada vez que paso por Parque Chas me da mucha nostalgia y emoción. Me cuesta pasar y ver la casa donde viví. A veces me dan ganas de tocar el timbre y ver el departamento, pero no me animo.

¿Hasta qué edad viviste en Parque Chas?
-Hasta los 15 años. En Parque Chas alquilábamos, como te dije, teníamos una vida muy austera y humilde. Después mi papá pudo comprar un departamento mucho más cómodo, creo que del FONAVI, y nos mudamos a Almagro.

-¿Alguna anécdota en el barrio?
-Cuando era chico recuerdo que al lado de casa había una obra en construcción, donde había mucha madera y basura. Con mis amigos no tuvimos mejor idea que tirar kerosén y prender fuego. Tuvieron que venir los bomberos y casi incendiamos la casa en construcción. Todavía me duele la piña que me dio mi viejo. Nos podríamos haber matado, salimos de casualidad de ahí.

-¿Recordás a tus vecinos?
-Sí, recuerdo a mis vecinos del edificio Juan y Bea Kot, Mirta una vecina que era muy linda y Jorge mi vecino de piso. La familia Elgier, Noemí, mi primera "noviecita", y el padre que me llevaba a la cancha de Atlanta. Un personaje del barrio: Don Emilio, que trabajaba de camionero, un gran tipo. Vivía en Gándara antes de llegar a Berlín.

-¿Practicabas deportes?
-En lo deportivo, nos criamos con mi hermano en el Club Arquitectura. Jugábamos fútbol, y tenis, hicimos infantiles, menores y juveniles. Después nos llamaron de River para representarlos en los torneos interclubes. Pero pasados unos veintipico de años me junté con aquellos chicos de los comienzos de Arquitectura, y formamos un equipo de veteranos con el que ascendimos de tercera a segunda división. Para mí, significó volver al club y al barrio.

-¿Cómo surgió lo de periodismo deportivo?
-A mí mucho no me gustaba estudiar, me encantaba el deporte -sobre todo fútbol y tenis- y me parece que todo periodista deportivo tiene algo de deportista frustrado.

A los 17 años cuando estaba terminando la secundaria, empecé a estudiar periodismo en la escuela del maestro Ulises Barrera. Allí cursé durante cuatro años y me recibí. Antes de egresar, empecé a trabajar en La Razón por un amigo de mi papá. El tipo era abogado y periodista político del diario.

En mis comienzos trabajaba los sábados y domingos. Cubría los estadios de fútbol y pasaba la información por teléfono. Al año, yo recibía la información en el diario. Después cubrí el Mundial 78 para La Razón.
El apodo de "Chiche" surgió por mis compañeros del diario. Yo me llamo José. Decían que me parecía a un jugador de Racing, Lamenza, al que llamaban "Chiche".

Hasta 1979 hice fútbol, luego mi jefe de redacción me pidió que comience a cubrir el tenis. Y así fue que debuté con un partido entre Vilas y Connors en el Buenos Aires Lawn Tenis, en un match de exhibición.

Después, me tocó estar en la final de la Copa Davis entre Argentina y Estados Unidos, trabajando para radio El Mundo. Víctor Hugo Morales hacía su primera aparición en la Argentina.

Más tarde empecé a viajar con Vilas y Clerc por todo el mundo, iba a todos los torneos. En 1984 ingresé a trabajar en Canal 7, con un programa de deportes que salía los domingos. Después intervine en los noticieros, donde cubrí toda la campaña de Gaby Sabatini. En 1992 trabajé con Daniel Mendoza en "Despertar al país". Luego de su suicidio, el programa se levantó, y echaron a todos los integrantes del noticiero. A mí me pidieron que me quede, pero en solidaridad con mis compañeros no acepté.

A partir de allí empecé la etapa de Canal 2 "América" junto a Mónica Gutiérrez y Néstor Ibarra, pero por poco tiempo. Pasé nuevamente al canal 7 con Víctor Hugo en el programa "Desayuno". Y ahora estoy con Mex Urtizberea en "Mañana vemos".

-¿Qué recuerdos tenés de Ulises Barrera?
-Me dejo muchas enseñanzas en lo periodístico y en lo humano. Fue uno de los hombres más cultos que conocí, pero poco valorado por el medio.
Después de mucho tiempo, tuve el honor de hacerle un reconocimiento a su trayectoria cuando lo invitamos a la transmisión de la pelea Tyson-Holyfield por el canal América. El me decía: "me invitan de todos lados pero nadie me da laburo". Tenía razón...


-¿Se puede comparar el momento actual del tenis argentino, con la época de Vilas y Clerc?
-Es muy difícil. Es como comparar a Distéfano con Maradona.
Vilas y Clerc vivieron una etapa más sólida del tenis, donde los cuatro o cinco de arriba no perdían con el cien del mundo. Hoy el ocho del mundo sí puede perder con el cien, juegan todos muy bien, y con esto no estoy diciendo que antes se jugaba mal.

Federer juega parado, creo que es el deportista que más diferencia le saca al segundo en la cancha, donde se hace imposible ganarle. Lo considero el mejor tenista de la historia.

En la época de Vilas y Clerc, eran Connors, Borg, después Mc Enroe y Vilas que podían perder con Panatta o Girulaitis uno de cada diez partidos.
Borg ganó cinco veces Wimbledon, jugando desde el fondo de la cancha, seis veces Roland Garrós. Connors ganaba todo, Vilas llegó a ganar 17 torneos en un año, era un nivel muy parejo.

Pero ahora hay un nivel muy serio. Se ha ganado en velocidad, las pelotas son más rápidas, las raquetas son más livianas (antes se jugaba con las de madera), canchas más rápidas, los jugadores son más atletas, y por si fuera poco hay mucho más plata en juego. Vilas se llevó 37 mil dólares cuando ganó Roland Garrós, hoy el ganador se queda con un millón doscientos mil euros.

-¿Volverías a vivir en Parque Chas?
-Parque Chas es "El Barrio". Borges decía: "el país, es el barrio". Yo digo que fue mi esencia, mi naturaleza, mi raíz, donde guardo los mejores recuerdos. Parque Chas es la patria que marcó mi infancia, para mí viene Buenos Aires, Argentina y Parque Chas. Me encantaría tener una linda casa en el barrio algún día. Es un lugar que cuando paso lo miro de reojo.