CRISTINA COROLEU - ACUARELISTA

En la época en que estuve sumergida en el estudio de la pintura oriental, descubrí que este era un barrio Zen, ya que Zen es todo lo contrario a la quietud, quiere decir el movimiento absoluto, el lleno dentro del vacío, entonces me di cuenta que dentro de esta quietud de Parque Chas había una gran dinámica.

En una de mis recorridas en bicicleta, descubro a Parque Chas por casualidad pero buscando. Buscábamos un lugar donde mis hijos pequeños pudieran jugar en la vereda y además que fuese un lugar arbolado, y este barrio me pareció maravilloso, fue un amor a primera vista.

Encontrado el lugar, en el año 1990 vendimos nuestra casa de Belgrano R y compramos aquí una casa tipo chorizo totalmente destruida para reciclar. Fuimos de los primeros en reciclar una casa en Parque Chas. La idea la traje de Holanda donde nada se destruye y todo se transforma respetando las pautas del pasado. Durante los trabajos de remoción de escombros los operarios descubrieron unos túneles abovedados, lo que le dio todo un sentido mágico a nuestra mudanza. Yo me imaginaba que allí abajo vivía gente o seres extraños como en la novela de Ernesto Sábato, Informe sobre ciegos."

PCHW: Cómo nace tu vocación por la Acuarela?

Cristina Coroleu: " - Desde niña trabajé en acuarela, y después fue algo que quedó oculto pero latente. Estimulada por mi madre Lola De Paul, una librepensadora, me incorpora tempranamente a los primeros proyectos de Escuelas Libres de Argentina, la educación a través del arte, que continuaron la línea de Olga Cossettini, pertenecientes en su filosofía a las corrientes italianas de vanguardia conducidas por María Montessori. Por ello agradezco a mi madre, que para su época, fué una persona muy moderna que consideraba a la educación como algo primordial por eso me inscribía en cuanta escuela de vanguardia existiera, todo aquello representó mi contacto con el Arte.

Luego estudié Antropología en Córdoba y más tarde estando agregada a una cátedra en la Escuela de Historia de la ciudad, surge el golpe de estado del '76 por lo que me tuve que ir del país.
Ya instalada en Amsterdam, empecé a estudiar la base de lo que yo hago ahora que son las Artes Gráficas: Offset, serigrafía, etc.
En Holanda realicé trabajos para los Centros Culturales de allí. De los siete años vividos en Europa los dos últimos los dediqué al Diseño Gráfico. Estudié mucho y lo sigo haciendo. Para mí estudiar es una forma de trabajar.

En 1986, regresé a la Argentina donde diseñé y edité las primeras postales Pop Gardelianas, cuya iconografía y tema era exclusivamente Carlos Gardel. Las postales fueron comercializadas en el Centro Cultural Recoleta y la idea la traje de Europa donde la gente acostumbra mucho a enviarse postales.


"Gardel 88. Che papusa, oí..." Postal Gardeliana 239 x 113 mm

En 1989 tuve la necesidad interior de dedicarme a estudiar la pintura oriental. Por los siguientes 10 años me sumergí en el monocromo del Sumié, en la rigurosidad de una técnica admirada por los impresionistas, que tiene como modelo casi exclusivamente la naturaleza, su observación y profundo recogimiento.
Mas tarde vuelvo a las formas y temas occidentales. Vuelvo a descubrir el color con la alegría de la infancia. Para entonces ya había comenzado a observar las flores de Charles Thays y me dediqué a pintarlas. Luego descubrí que las flores tienen ciclos lo que me llevó a realizar estudios de la floración durante siete meses en el Jardín Botánico. Producto de este trabajo son el libro de acuarelas sobre la Floración de Buenos Aires y el Calendario estacional de Buenos Aires, donde mes por mes se detalla el registro floral de la ciudad."

Al finalizar la entrevista, Cristina Coroleu confiesa: - "Parque Chas es encantador, me gusta recorrerlo de día, de tarde y de noche. Por las noches se vuelve mas misterioso y sus curvas son líneas que se pierden y uno va descubriendo cosas a cada paso."



febrero de 2004