A la memoria de Don Roberto Barreiro
Buenos Aires, Argentina /
 

 

Agronomía - Parque Central

“La chácara de los quechuitas”

 


Reseña histórica 1493-2000

 

En el siguiente mapa se aprecia sobre la trama moderna de Buenos Aires, los perímetros del antiguo casco y las tierras de las posesiones jesuíticas. Hasta la línea roja indicativa del “Fondo de la Legua” llegaban las “10 suertes principales” originarias y detrás de ella, las otras 10 “suertes” que se fueron anexando. En los extremos de sus dominios, dos  “lejanos” e importantes barrios recuerdan la gran extensión de las tierras que poseían los jesuitas: Ciudadela, (Ciudadela de los colegiales) y Colegiales, (Chacrita de los Colegiales)

  En el centro de esta posesiones jesuíticas se aprecia un pequeño espacio verde:

Es la  “Agronomía”, sólo 62 hectáreas. Lo poco que resta  de una porción aún mayor de las 180, que formaran  el gran El Parque Central, un parque que  nunca “formalmente” dejó de serlo, pues desde el decreto de Roca de 1900, cuando se  lo creara simultáneamente con el parque 3 de Febrero (Palermo, El Rosedal, etc), jamás otra ley o  decreto han dicho lo contrario. Este  espacio   a la fecha se halla bajo la tutela de la calificación “UP-Urbanización Parque”  del Gobierno de la Ciudad.

 

Cuando en tantos puntos de la Argentina  y de América podemos apreciar ruinas de las que fueran las Reducciones o Misiones  Jesuíticas, al verlas tenemos la fuerte sensación estar frente a una antigua fotografía color sepia: borroso recuerdo de las cosas que han pasado,  sin poder ver exactamente como eran. Percibimos que algo muy importante sucedía, y recibimos su influencia con solo imaginar aquellos pueblos en plena ebullición, pero poco y nada sabemos verdaderamente.

 

Cuando caminamos por la Agronomía, un trozo de pampa casi intacta en el centro mismo de Buenos Aires, no vemos a los jesuitas  “presentes”, sólo percibimos, pisando esa maravilla, la enorme  puja de intereses pasados y presentes. No tenemos la sensación que los jesuitas “están entre nosotros”, sino que nos preguntamos “por qué” no están entre nosotros. Como si fuera un pequeño ovillo tirado en un rincón, tiramos de él.

 

 

“Chacarita” se utiliza hoy como sinónimo de “cementerio”, y estas mismas dos palabras encierran (no esconden)  en sus significados algunos de los secretos mejor guardados acerca de la propiedad y el uso de las muy valiosas tierras públicas de la Agronomía. 

Lo primero que debemos analizar es que ninguna de ellas (Cementerio o Chacarita)   significa lo que creemos. Cementerio es un eufemismo -casi una humorada - con el que los griegos aludían a la necrópolis, (ciudad de los muertos), y en griego quiere decir simpáticamente, “dormitorio”. Chacarita -por su parte- no es, como equivocadamente se afirma a veces, una deformación de la voz “chacrita” que supuestamente los quinteros calabreses de la zona de Colegiales no podían pronunciar. Chacarita es palabra bien pronunciada, es el diminutivo de la palabra  quechua chácara (o chacra: tierra de sembradío, huerto) que remite a una explotación agropecuaria pequeña.

 

Zona de frutales -  Año 2004

 

En segundo término debemos analizar si la  discusión acerca del uso y la propiedad  del suelo es -o no es- una cuestión menor, ya que afecta al  pulmón verde más grande de la Ciudad  de Buenos Aires, especialmente si incluimos en él los cementerios, hospitales y playones de vías que en distintos periodos fueron parte del “Gran Parque Central” y que aún en nuestros días conforman un territorio verde y homogéneo perfectamente perceptible desde el aire. Esta condición de inmensa reserva de espacios verdes productores de aire puro, nos fuerza  a revisar la historia del predio en busca de conocer de donde provenimos para saber hacia donde vamos.

 

Veremos aquí que lo verdaderamente se discute acerca de la Agronomía es si las actuales 60 hectáreas de calificación Urbanización Parque  le pertenecen a la Universidad y ésta -generosamente- deja pasar por ellas a los vecinos, o si por el contrario, es la Ciudad –es decir los vecinos- quienes crearon  una Escuela de Ciencias Agrarias y se la cedieron – no tan inteligentemente- a la Universidad . Es decir, se discute si la educación y la tierra son fuente de poder y riqueza para unos pocos, -así se trate de una universidad que  de acuerdo a las épocas es más o menos elitista- o una oportunidad y un medio de entender el conocimiento y la tierra como fuentes del desarrollo de los pueblos, particularmente de los más pobres.

 

Veremos también que al menos una parte del por qué nos pasa lo que nos pasa a los porteños, se corresponde con la pérdida de representatividad de los vecinos de Buenos Aires luego de la muerte de Adolfo Alsina, el último de los autonomistas porteños.  Y se verá luego cómo esta  auténtica intervención a la que fue sometida Buenos Aires desde 1880 hasta su reciente condición de Ciudad Autónoma, constituye una particular circunstancia  que nos pone legítimamente  en el derecho y en la obligación de discutir qué cosa ha hecho con ella el gobierno federal en estos 120 años y qué desean los vecinos que hoy la habitan para el  futuro.

 

Según pudimos ver, y ahora verá el lector, la historia de la Agronomía nace en 1492, apenas un año después del descubrimiento de América por los europeos (los americanos la habían descubierto bastante antes) Muy poco antes, comienzan los problemas:

 

1480 Año del  poco difundido tratado de Alcanzovas Toledo Forzados por haber perdido Constantinopla, perjudicados en  el comercio hacia Oriente, desde principios del S. XV los europeos - particularmente los portugueses- navegaron, descubrieron y ocuparon plazas hacia el Sur de África y en 1487 llegaron Cabo de Buena Esperanza donde se unen los océanos Atlántico e Indico. Poco antes la corona de Castilla, que poseía las islas Canarias, firmó con Portugal el Tratado de Alcanzovas Toledo que  estableció para España los derechos de explotación desde las islas Canarias hacia el norte y para Portugal de éstas hacia el  sur.

1484  Cristóbal Colón intentó antes convencer a los portugueses.  Previo a hacerlo con el reino de Castilla, Colón se había presentado al rey de Portugal, Juan II, para proponerle su plan: llegar a Catay (China) y Cipango (Japón) a través de una nueva ruta, navegando por el Atlántico hacia el oeste, convencido que podía llegar al Extremo Oriente, pues –como se verificó luego- sostenía que la Tierra era redonda.

1492 Descubrimiento de América.  Producido el “descubrimiento” América, Portugal también “descubrió” que de acuerdo al tratado de Alcanzovas Toledo, las tierras halladas por Colón le pertenecían, a lo que  España alegó que el espíritu del tratado era restringir los derechos de Portugal sólo a las tierras africanas, y para aventar toda duda pide, ni lerda ni perezosa,  la intervención del Papa Alejandro IV, que a la sazón era  español, joder!

 

1493 Bulas Papales. Las Bulas fueron los instrumentos utilizados por los reyes de España para legitimar sus derechos en el Nuevo Mundo.  Y era éste el mismo procedimiento que antes habían utilizado los portugueses para tener derechos sobre el África. El Papa Alejandro VI, emitió su primera Bula el 3 de mayo de 1493, reconociendo el derecho de España al dominio de las tierras que Colón había descubierto. Y mediante una segunda Bula emitida apenas al día siguiente determinó que las tierras otorgadas a España se encontraban separadas de las que fueron concedidas a Portugal por medio de una línea imaginaria, trazada de polo a polo, que pasaba a cien leguas al Oeste de Cabo Verde, próximo al cabo Bajadar, en el extremo más occidental de África.

 

1494 Tratado de Tordesillas.  A pesar de la Bula “reparadora” del “día siguiente” que planteaba la divisoria a 100 leguas (500 km) de Cabo Verde, los portugueses insistieron con más  reclamos y el 7 de junio de 1494 firmaron con España un tratado en el que se establecía la línea imaginaria a 370 leguas, lo que para  la época sólo significaba discutir acerca de unos cuantos millones... de toneladas de agua salada, es decir, claramente,  reconocer a Portugal el África como con todos sus archipiélagos. O en el peor de los casos, que los portugueses tuvieran un puerto  en América (en el sector más Oriental de Brasil) sin que se advirtiera entonces el riesgo de pérdidas de territorios en continentales en América.

 

No discutían las entonces partes que la línea del tratado de Tordesillas pasara por el meridiano 46º 35’, donde hoy se asienta San Pablo y su puerto Santos, sin perjuicio que algunos historiadores especulan con que los españoles no sabían muy bien lo que firmaban y que las leguas marinas eran las mas largas que pudieran imaginar, aún entonces. Las bases de la discusión estaban bien plantadas: Colón había descubierto “tierra” justamente donde esta era más lejana respecto de Europa (más allá del meridiano 60º) y las Islas de Cabo Verde están separadas del Continente africano unos 500 km y entre la primera y la última de ellas, de este a oeste hay unos  250 km, por lo que entre el continente africano y la última de las islas hacia el Oeste, hay se totalizan unos 750 km, entre el  criterio, “a partir del Cabo Verde continental” vs. Y el criterio “la última isla del archipiélago de Cabo Verde”, la línea imaginaria a la altura de Colonia do Sacramento, de donde derivan las graves consecuencias sobre la colonización de los Jesuitas en el Estado de Rio Grande y el Uruguay actuales, y su expulsión de cuanto ámbito pudieran resultar molestos. Pero no era este “negocio” lo único que sucedía en Europa.

 

1517 La reforma de Lutero o el encuentro de dos posturas con base en las Escrituras:

·         Luterana: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe" (Efesios. 2.8-9)...

  • Católica: "Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?" (Santiago 2.14).

Y si alguien se merecía el cielo por sus obras, eran los jesuitas, y si alguien perdía plata por no poder  llevarles esclavos a los protestantes asentados en Norteamérica eran los portugueses. Y de ello no podía derivar sino una guerra de intereses, como la que tan entusiastamente llevaron a cabo los bandeirantes de San Pablo, arriándose de paso a miles de indios  de las reducciones para explotarlos hasta la muerte en Minas Gerais. Agréguele Ud.  un rey demenciado, como Fernando VI -para más casado con la hija de sus archí enemigos- y corra Ud. la línea de Tordesillas a su antojo   todo lo que necesite.

 

1529 Principios del Genocidio. En este año los intelectuales de la península ibérica justificaban el abuso contra los pueblos originarios americanos, con opiniones como las vertidas en el escrito del letrado Don Juan de Castellanos: "...Con perfecto derecho ejercen los españoles su dominio sobre estos bárbaros del Nuevo Mundo e islas adyacentes, los cuales, en prudencia, ingenio y todo género de virtudes y humanos sentimientos, son tan inferiores a los españoles como los niños a los adultos, las mujeres a los varones, los crueles e inhumanos a los extremadamente mansos, los exageradamente intemperantes a los continentes y moderados, finalmente estoy por decir, los monos a los hombres..." Todo esto respaldado por medidas como la Provisión de Carlos del 26 de julio de 1529, cuando convierte en Hidalgos a todos los que habían acompañado a Pizarro en el Perú.

 

El  argumento de la "cristianización" aborigen no fue  para la mayoría de los colonizadores sino el pretexto para reducir a los indios a la servidumbre de las encomiendas, obteniendo así beneficios económicos importantes que los convertían, de la noche a la mañana, de “desclasados” peninsulares en “clase alta” americana. Hasta el año 1540 habían llegado a América -oficialmente embarcados- unos 19.000 españoles; la mayoría pobres y analfabetos. Vivían en América por entonces - antes del descubrimiento- entre 50 y 100 millones de personas. La primera epidemia de viruela tuvo lugar en 1519 y en total, a causa de enfermedades  traídas de Europa, los buenos tratos de la colonización y los malos tratos  de la  conquista, fallecieron el 90%   de los pobladores originarios.

 

1537 Encíclica de Pablo III.  Estipula que “todos los hombres nacen libres e iguales” y prohíbe todo trato esclavista sobre los aborígenes del Nuevo   Mundo. Este pensamiento sustenta a las misiones jesuíticas y su proyecto integrativo de las “reducciones” preservando a las poblaciones autóctonas para sustraerlas del esclavismo, las mitas, encomiendas, y yaconazgos ejercidas con feroz crueldad, y genocida resultado por el resto de los colonizadores tanto españoles como portugueses.

 

1542 Leyes Nuevas -Títulos del dominio español sobre Indias.
 Resultando un débil título las Bulas Papales dados los excesos de los conquistadores, unidos a la oposición de los dominicos un ambiente revisionista culminó con la redacción de Leyes Nuevas , según las cuales la Corona de Castilla enviaba una carta-mensaje a los reyes y señores de las Indias proponiendo un contrato político o pacto de vasallaje de elección voluntaria con derecho a conquista en determinados casos. La polémica quedó sin resolver con partidarios enfrentados de una y otra opinión y prevaleciendo con mayor frecuencia la donación pontificia de 1493 como título fundamental.

 

1580 Segunda Fundación de Buenos Aires, el 11 de junio Juan de Garay realizó la segunda fundación de la ciudad.

 

 

1580 Felipe II anexa Portugal a España. La unión –forzada- de los dos países duró 60 años, hasta que el duque de Bragança se proclamó rey con el nombre de João IV. Y esto duraría hasta 1668 en que España  le reconoce a Portugal su independencia. Algunos historiadores citan este periodo como el de la “unión” entre Portugal y España, pero nada más lejos de la verdad, y prueba de ello serán los hechos posteriores: corrimiento de la línea del Tratado de  Tordesillas, las acciones  de los “bandeirantes“ sobre las posesiones españolas para obtener  esclavos, la usurpación de los territorios del actual estado Río Grande y el Uruguay.

 

1608 Arribo de los Jesuitas a Buenos Aires. Bajo el  gobierno  de Hernandarias, la Compañía de Jesús -orden creada por Francisco de Loyola- recibió, por compra o donación, una decena de "suertes principales" en  la re-fundada Santa María de los Buenos Ayres. Es decir, extensos lotes de terreno nacidos en el primer reparto del suelo porteño, a los que -al cabo de los años- se anexaron otras 10 suertes (cada una de 300 varas de frente por una legua de fondo, es decir unos 250 mts por 5 Km)  y conformaron una gran  posesión, que llegaba hasta la actual localidad de Ramos Mejía, denominada entonces Ciudadela de los Colegiales. Las tierras que hoy ocupan parcialmente los barrios de Agronomía, Colegiales             y Chacarita fueron alguna vez de los jesuitas y éstos,  previo a instalarse en el Río de la Plata y el Paraguay tuvieron sus primeras misiones en el Alto Perú, donde se los llamaba Quechuitas. El padre Diego de Torres trajo a estas tierras  de su experiencia en Yuli, cerca del Titicaca, (ahora, Perú)   la voz “chácara” para definir a las granjas agrícolas. En aymará “charca” significa “cercado de piedras o árboles” y en quechua, “chagra” se traduce como “maizal”.

 

1611 Ordenanzas de Alfaro. El 12 de octubre –haciendo realidad la Encíclica  del Papa Pablo III- bajo el impulso del padre Diego de Torres  y la protectora influencia gobernador del  Paraguay Hernandarias, y los Jesuitas en el Paraguay se  promulgan las ordenanzas que prohíben la esclavitud, suprimen el servicio personal, y exigen la construcción de un Cabildo y una iglesia en todas las Reducciones.

 

1628 Bandeirantes.  Desde este año hasta 1640 se producen  las acciones armadas de los Bandeirantes de San Pablo contra las posesiones jesuíticas. Durante este tiempo -unión de las coronas Portuguesa y Española- los esclavistas pioneros brasileños (bandeirantes) habían deambulado por todas partes tras la línea de Tordesillas, y de esa manera expandieron la colonia portuguesa a su tamaño actual, hoy Brasil,  de alrededor de 8,5 millones de kilómetros cuadrados.

 

1668 Tratado de Lisboa.  Luego de 60 años, rey de España reconoce la independencia de su otrora “anexada” Portugal.

 

1679 Colonia do Sacramento. Los portugueses  toman posesión de la costa oriental del Río de la Plata frente a Buenos Aires para controlar el acceso al Río de la Plata. Un año después el  Maestre de Campo Antonio Vera y Mujica   dirige con éxito el asalto y retoma de la Plaza Fuerte.

 

1715 Tratado de “Paz y  Amistad”.   Se firma el entre Don  João V de Portugal y Felipe V de España, e incluye específicamente la restitución a los portugueses de Colonia do Sacramento, lo que no constituye un reconocimiento de los territorios, sino de la localización de una plaza fuerte en el Río de la Plata

 

1729 Casamiento por conveniencia. Se casan Doña María Bárbara, (hija  del mismísimo João V, rey de Portugal, el que logró des-anexarse de España) con quien pronto sería  rey de España, bajo el nombre de  Fernando VI.

 

1737 Ya que pasamos, fundamos. El  brigadier portugués José da Silva Pais aprovechando un viaje de regreso desde Colonia del Sacramento  funda el presidio Jesús María José, origen de la actual ciudad brasileña de Río Grande. Hasta entonces la única presencia española en esos territorios era la de los jesuitas, que habían fundado los “Siete Pueblos” de las Misiones.

 

1746 Loco de amor. Asume el trono de España Fernando VI, casado con María Bárbara Braganza, hija de Don  João V,  rey del Portugal. Hasta su reinado –al menos formalmente- la corona  española sostenía que la línea imaginaria del Tratado de Tordesillas se alejaba 370 leguas  de Cabo Verde, pero no de la última isla.

 

La línea imaginaria del Tratado, alejada ya de las costas del África protegía los intereses de los portugueses sobre islas o  archipiélagos que no eran exactamente América, sino África, y el razonamiento de hacer la cuenta de la divisoria de Tordesillas desde la última de las islas de Cabo Verde es tan caprichosa que si la última isla fuera, por ejemplo, la actual isla de Pelotas, ¡Toda América habría sido descubierta por los españoles...pero  para beneficio de los portugueses!

 

1748 “El Espíritu de las Leyes” Su autor se llama  Carlos de Secondat, barón de Montesquieu, un monárquico enamorado del parlamentarismo inglés. Se puede decir que allí nace “La Ilustración”, cuya variante absolutista será  el despotismo ilustrado, que verá en las enseñanzas, prácticas y poder acumulado por los jesuitas, a su principal enemigo.  

 

 

1750 Tratado de Madrid: asuntos de Alcoba. Sin consultar al Consejo de Indias, ni a los Virreinatos -de acuerdo a las propias formalidades que  utilizaba la corona española antes de resolver sobre cuestiones relativas a  los territorios americanos-  Fernando VI firmó con su suegro  João V, el Tratado de Madrid que –ahora sí- da a la corona portuguesa el derecho formal a la posesión del suelo que usurpaba desde 1680, cuando fundaron la Nueva Colonia del Santísimo Sacramento. 

 

El Tratado de Madrid fue un hito decisivo y muy positivo en la historia diplomática brasileña, y su artífice fue Alexandre de Gusmão, el diplomático encargado de  confirmar en pro de Brasil el nefasto principio uti pos-sidetis (cada parte utilizará lo que actualmente posee), es decir,  tomando como referencia ríos y montañas, pero obedeciendo a la efectiva  ocupación del territorio por sus respectivos ciudadanos. Es decir, la parte que los portugueses poseían, pero no las partes  que los españoles poseían especialmente a través de la presencia jesuítica.

 

En esencia   el Tratado de Madrid es la claudicación en la defensa de los intereses españoles, tal como se aprecia de la  lectura de su Artículo XVI,  “De los pueblos o aldeas que cede S. M. C. (su majestad de Castilla) en la margen oriental del río Uruguay, saldrán los misioneros con los muebles y efectos, llevándose consigo a los indios, para poblarlos en otras tierras de España; y los referidos indios podrán llevar también todos sus muebles, bienes y semibienes, y las armas, pólvora y municiones que tengan: en cuya forma se entregarán los pueblos a la corona de Portugal, con todas sus casas, iglesias y edificios, y la propiedad y posesión del terreno” Mayor claridad para interpretar  que la acordada doctrina uti pos-sidetis (cada cual lo que posee) debía interpretarse  como una lisa cesión de los territorios en poder de España, imposible.

 

1751 Reclamo de los Jesuitas. Un año después de suscripto el Tratado de Madrid  los padres jesuitas de la provincia del Paraguay se dirigen al Virrey con fecha el 12 de marzo: "La gravísima consternación que nos ha causado el Tratado que se sabe estar ajustado entre las dos Coronas de Castilla y Portugal, cediendo ésta a la nuestra, la Colonia del Sacramento, y la de Castilla a la de Portugal las tierras desde Río Grande hasta Matogrosso, población portuguesa fundada subrepticiamente, no ha muchos años, en la costa occidental, no muy lejos de los Chiquitos, nos ha obligado, estimulados de la fidelidad a nuestro Monarca, a hacer la representación adjunta a nuestro Virrey de estos Reinos, para solicitar que haga suspender la ejecución de dicho Tratado, hasta enterar el Real ánimo de los gravísimos peligros que amenazan a la Corona, por la dicha ejecución....”

 

1754 Guerra Guaranítica. Este año los portugueses suprimen las reducciones jesuíticas de Paraguay pero el conflicto se prolonga hasta  1756 y se lo conoce como Guerra Guaranítica. Trágica y heroicamente, los guaraníes de las misiones (ya sin los jesuitas) se enfrentaron a los ejércitos regulares de España y Portugal. La causa: que el tratado (de paz) firmado les solicitaba que entregasen a Portugal cerca de 500.000 kilómetros cuadrados de territorios, más 7 prósperos pueblos. Y otras exigencias, como que en  el término de un año, 29.000 guaraníes debían salir de la región con todos sus bienes y trasladarse al occidente del río Uruguay, donde debían refundar sus pueblos. Ya en 163l los guaraníes habían abandonado la región del Guayrá sin ofrecer resistencia a los bandeirantes y sufriendo un sinnúmero de penurias. En el año 1638 habían tenido que abandonar del mismo modo la región del Tape, guareciéndose en asentamientos transitorios entre los ríos Paraná y Uruguay. Luego habían derrotado en forma aplastante a los bandeirantes en la batalla de Mbororé, pudiendo de ese modo regresar con mucho esfuerzo a refundar sus poblaciones al oriente del río Uruguay, región considerada como su patria de origen. Ahora se les pedía que la abandonaran, sin ningún tipo de explicación o razón. Aquellos guaraníes que todos suponían fieles seguidores de los jesuitas y sometidos incondicionalmente a los dictámenes de éstos, de pronto sorprendieron a los mismos jesuitas, a los españoles y a los portugueses  alzándose en armas defendiendo sus legítimos derechos sobre sus tierras y bienes.

 

Vivero en Agronomía 2003

 


1755 Primera expulsión de los Jesuítas. Cinco años después de la muerte de João V, el 1 de noviembre, un terremoto asoló todo Portugal, en particular Lisboa. El marqués de Pombal, que era primer ministro de José I (padre del despotismo ilustrado) , restauró la capital levantando modernos edificios y grandes avenidas.

El  régimen político más extendido en el  siglo XVII había sido el absolutismo.  El absolutismo del siglo XVIII recibe el nombre de “Despotismo Ilustrado”, que se puede definir como “la utilización de la ideología ilustrada por parte de las leyes absolutas para mantener su absolutismo”. 

La Ilustración es un pensamiento crítico y reformista. Los reyes absolutos del siglo XVIII  llamados “déspotas ilustrados”, toman de la Ilustración lo que les conviene y, apoyándose en ella, introducen en sus estados una serie de reformas y mejoras importantes: suprimen los restos que aún quedaban de feudalismo, protegen la agricultura con la construcción de canales, introducen  nuevos cultivos y urbanizan y modernizan las ciudades. Introducen reformas judiciales, por ejemplo, suprimiendo la tortura que hasta entonces se había utilizado por los jueces como forma corriente de investigación; y crean  multitud de centros educativos, como academias y universidades. Sin embargo, estas reformas se llevan a cabo sin contar con el pueblo; el lema del despotismo ilustrado es  “todo para el pueblo pero sin el pueblo”.  Ese mismo año  expulsan de Portugal a la Compañía de Jesús.

 

1756 Francia - Voltaire. Edita “Essai sur les moeurs et l’esprit des nations”, la obra destructora de los grandes principios sociales de la época: sobre todo de la religión cristiana. Enemigo de la Iglesia, Voltaire fue alabado por los enciclopedistas imbuidos  de las corrientes deístas o naturalistas procedentes de Inglaterra. Voltaire fue cada día más radical en sus violentas campañas y cada día más leído por un público que gustaba de su accesible prosa.

 

1759 Nuevo rey de España Carlos III Fallece Fernando VI, quien desde un año antes a la muerte de su esposa, Bárbara Braganza había caído (o mejor dicho, se le había hecho evidente)  en demencia. Su hermanastro y sucesor es Carlos III, (hermano de José I) las reformas son numerosas, pero también desiguales y su balance más limitado de lo que pudiera parecer. Buen representante de los intereses del despotismo ilustrado, España y sus dominios precisarán de cambios más profundos que los que puede ofrecer este reformismo.

§        Reformas hacendísticas, sobre todo en los municipios.

§        Reformas administrativas.

§        Reformas educativas, especialmente universitarias, 

§        Reformas urbanísticas y de infraestructuras

 

 

poco tardará en echar a los jesuitas de España y sus territorios.

 

1762 Rouseau  publica “El Contrato Social” El autor dice que los hombres al aparecer sobre la tierra, se hallan en lo que se llama “Estado de naturaleza”, que se caracteriza porque todavía no existe ningún gobierno, no hay leyes, no hay autoridad y no se ha formado aún ningún tipo de organización social o política; se trata por tanto de un estado de absoluta libertad, donde cada hombre hace lo que quiere y no tiene que dar a nadie cuenta de sus actos. Rouseau señalaba que a civilización, en lugar de mejorar al hombre, lo que hacía era corromperlo, porque la sociedad estaba estructurada de forma injusta; por tanto, si se quería mejorar al hombre, antes había que mejorar a la sociedad.

 

1766 Motín de Esquilache. En dicho año, como consecuencia de una severa crisis de seguridad y carestía, se produce en Madrid el llamado Motín de Esquilache (primer ministro de Carlos III, en verdad motín “contra” Esquilache). Como consecuencia del mismo, el rey tuvo que ceder y desterrar a Esquilache a pesar de dejar que las nuevas normas de seguridad y lucha contra el juego sigan activas. Este motín quiebra  en dos el gobierno del Carlos III, por un lado se sitúan los ministros extranjeros, traídos con él desde Nápoles, y por otro los españoles, y con ellos, los jesuitas.

 

1767  Segunda expulsión. Tiene  lugar la expulsión de los jesuitas, ahora también de España. En su decreto Carlos III los acusó  los de monopolizar la enseñanza y de propiciar el motín de Esquilache.  La bienes temporales de los Jesuitas son  confiscados y sus clérigos  expulsados a Italia. Sus propiedades quedaron bajo administración de la "Junta de Temporalidades", que en Buenos Aires cedió los bienes expropiados al ahora denominado Real Colegio de San Carlos  (predecesor del "Nacional Buenos Aires").  Por entonces los jesuitas poseían enormes  estancias y gran cantidad de cabezas de ganado. La yerba mate, producida en Paraguay, Misiones y Corrientes, fue durante mucho tiempo la “vedette” de las exportaciones  a Europa.

 

1776 Virreinato del Río de la Plata Carlos III –expulsor de los jesuitas y sucesor del demenciado Fernando VI- repara en algo los desquicios de su hermanastro (signatario del nefasto Tratado de Madrid) y crea el virreinato del Río de la Plata. Es el mismo año de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos

 

 

1783 La Agronomía tenía dueño. Por ésta época los reglamentos del Real Colegio San Carlos consignaban  minuciosamente todo  lo relativo al vestido, aseo y asueto de los colegiales, también ordenaban unas "vacaciones generales" que "no pasen de dos meses en cuyo tiempo irán a la casa de campo del colegio en compañía rector o vicerrector". Dicha casa de campo era una chacra-una chacrita, o "chacarita"-, antigua propiedad de los jesuitas que con la estancia de las Conchas, contribuía con sus productos agrícolas al mantenimiento del Colegio. Un capellán, un capataz y algunos esclavos, estaban a cargo de la quinta. Allí los estudiantes pasaban vacaciones "para que así cobren nuevo aliento para las tareas siguientes". La Chacrita era, por tanto: lugar de descanso, fuente de renta y ocasionalmente, sede de importantes festejos, como un  suntuoso recibimiento dispensado en 1799 al Virrey Avilés.

 

1826 La Agronomía, tierras vacantes. Bernardino Rivadavia dicta el 25 de septiembre un decreto de  colonización para  la zona de la Chacarita. Trajo inmigrantes alemanes, creando una colonia por enfiteusis a la que llamó "Chorroarín". El experimento –tierras a distribuir entre inmigrantes que quisieran dedicarse al cultivo- fue un fracaso y del nombre del villorrio sólo se ha perpetuado su nombre en una de las avenidas de la zona.

 

1833 Rosas parte y reparte.  Durante la época de Rosas, la “Chacrita” albergó a numerosas guarniciones militares y a centenares de indios tomados prisioneros durante la Campaña del Desierto. Acerca de ello declaró un testigo: "Bajo las galerías de los arcos se ven algunos soldados de Rosas, y en los sótanos bullen algunas familias de indios, todos medios desnudos, que piden limosnas en el mismo lugar donde sus padres vivieron..." Rosas regaló y vendió terrenos a los familiares de los soldados heridos o muertos en lucha, para favorecerlos sin tener en cuenta los reclamos del Colegio San Carlos. En el mismo año hay un segundo nuevo fracaso de la política de inmigración. Son colonos de las Islas Canarias que vienen a  instalarse en los terrenos de la “Chacrita de los Colegiales” pero que se reubicaron rápidamente en otros  empleos.

 

 1855 Devolviendo lo que no les pertenece. Caído Rosas se exigió a los ocupantes de las propiedades que exhibiesen sus títulos, habiendo sido todos ellos firmados por el Restaurador de la Leyes. Para cobrar los arrendamientos, el estado nombró un administrador, el Sr. Casto Munita, quien poseía un sector de estos terrenos. Ya en el censo de 1869  la Chacarita volvió a ser un lugar de huertos y sembradíos. Decenas de agricultores se afincaron allí para producir hortalizas, cereales, y "paja de Guinea", usada por los morenos escoberos. Por entonces, la zona -una  de las tierras más altas de toda la geografía porteña-  era uno de los lugares más agradables de los alrededores de Buenos Aires.

 

1863 Nuevamente del Nacional Buenos Aires. Este es el año en que probablemente el escritor Miguel Cané veraneó en el sitio, narrando luego en "Juvenilia" –entre otras- sus traviesas expediciones a la lindera quinta de los vascos. El Colegio sostuvo pleitos contra varios vecinos de la Chacarita; sobre todo uno, interminable y de "tradición vetusta" según Cané, con la Municipalidad de Belgrano. Generadas con el paso del tiempo nuevas condiciones y necesidades públicas, hubo varios proyectos para sustraer la “Chacrita” al  patrimonio del Colegio . El rector Agüero logró evitarlo desde su banca de senador, pero finalmente, y a raíz de la epidemia de fiebre amarilla que diezmó en un  tercio la población de Buenos Aires, la parte principal de la quinta fue destinada a cementerio municipal.

 

1867 Cementerio Viejo Se crea un cementerio en los terrenos que hoy ocupa el parque Los Andes (Dorrego y Corrientes) y en lo que era la originaria casa de campo se levantó la primitiva capilla del cementerio, a su alrededor  fueron surgiendo caseríos que más tarde darían origen a los barrios de Chacarita y Colegiales.

 

1871 Cementerio del Oeste Se crea el cementerio actual, con una extensión inicial de 7 hectáreas Las víctimas fallecidas a raíz de la epidemia de fiebre amarilla eran transportados hasta la necrópolis por la locomotora "La Porteña"

 

1874 Presidencia de Avellaneda. Este presidente encuentra la administración quebrada –en default, diríamos hoy- desocupación y miseria por doquier y entre los miles de problemas una solución que nadie veía entonces, como no  la ven ahora: “gobernar es poblar”.

 

1877 Fallece el último gran autonomista. Siendo Ministro de guerra de Avellaneda y candidato “elegido” para sucederle, muere, inesperadamente, Adolfo  Alsina, líder del Partido Autonomista porteño.

 

 

 

1880  Belgrano Capital de la Nación. El poblado de Belgrano, fue sede del gobierno de  Avellaneda,  en conflicto con la provincia de Buenos Aires, que en el centro de la ciudad tenía el asiento histórico de su gobierno y a cuyo frente estaba Carlos Tejedor. El presidente Avellaneda acuarteló sus tropas en la Chacarita, donde tenía su residencia, y desde allí, al mando de Carlos Pellegrini, las tropas “nacionales” se enfrentaron con el ejército de la Provincia. Pocos después la llamada "Ley Capital", dio fin a las disputa.  Del mismo  año es el manifiesto de convocatoria  a todos  los sectores del viejo partido autonomista a construir el nuevo Partido Autonomista Nacional,  lo firman Bernardo de Irigoyen , Aristóbulo de Valle, Antonio Cambaceres, Diego y Torcuato de Alvear, José y Rafael Hernández. Eduardo Wilde, Miguel Navarro Viola, Carlos Pellegrini, Marcelo Ugarte, Lucio V. Mansilla e Hipólito Yrigoyen. En nuestra opinión si Adolfo Alsina no hubiera fallecido tan repentinamente, Roca no hubiera llegado al estratégico  Ministerio de Guerra y el autonomismo no hubiera firmado una  “nacionalización”, equivalente a la partida de defunción de la autonomía porteña.   Y hasta  los indios de la Pampa se hubieran salvado de ser  salvajemente diezmados.

 

Cuando  Avellaneda manda al Congreso el proyecto de Federalización de Buenos Aires, –anulado todo autonomismo- la ley es  aprobada aceleradamente,  y el 21 de septiembre de 1980 se instala el gobierno Federal en el centro  ciudad  Es de destacarse que en  la sesión de cesión del territorio capitalino solo se opusieron Leandro N. Alem y 2 diputados provinciales. Es en dicho que dicho año Torcuato de Alvear propuso emplazar el Gran Parque Central cuyos servicios a  la salud ambiental se sugerían eran similares al Hyde Park el Regent Park de Londres y el Central Park de Nueva York, entre otros. La autoría  intelectual  de estos parques en ciudades en expansión había sido aconsejada y realizada en Europa por el Barón de Haussman -célebre urbanista francés- y por los paisajistas André y Alphand.

 

 

1887 La provincia de Buenos Aires cede a la Federalización. El origen del Parque Central data de en los planos maestros de la ciudad de 1887. En ése entonces, cuando la Capital se expandía, se hizo imperioso organizar un espacio verde que fuera fuente de higiene y lugar de recreación. Los terrenos elegidos eran los más altos de la ciudad y presentaban una excelente calidad de suelo, que los habilitaba para cultivar plantas de todo tipo.   El área  del proyectado Parque tenía 150 Ha e incluía la actual  Agronomía, las tierras pertenecían al Gobierno y presentaban un gran valor por la potencialidad de los servicios  higiénicos que podían brindar a la Ciudad. Su geografía ondulada llevó a pensar que podían llegar a parecerse  a los Parques de Buttes Chamond, al NE de París, de gran dimensión y una vegetación muy variada. En el censo de ese año la Capital Federal alcanzaba ya los  435.000 habitantes.

 

1891 Nombramiento de Carlos Thays. Durante  la Presidencia de Carlos Pellegrini se realiza el nombramiento de Thays como Director General de Paseos públicos de la Capital Federal, fue el creador de gran cantidad de hermosos parques y plazas que  mejoraron sustancialmente  la fisonomía de la Ciudad.

 

1893 Parque Central Desde la dirección de la Comisión de Parques y Paseos, Carlos Thays recomendó al intendente Bollini, "formar un amplio bosque en los terrenos de la Chacarita, conocidos por los de la Universidad, a fin de dotar a la población de un nuevo y extenso paseo público...".

1900 Creación del Parque Central. El presidente Roca a decreta el 28 de diciembre la formación en los terrenos de la llamada Chacrita de los Colegiales de un paseo público, al  que fundamentó de la siguiente manera:

 

1) “El crecimiento demográfico de la población de la Capital de la República, desenvolviéndose  se población en una vasta extensión hacia el Oeste hace indispensable que los poderes públicos se preocupen de proveer a esa parte del vecindario de un parque amplio y cómodo, donde  puedan los habitantes del municipio encontrar un desahogo, en condiciones que guarden armonía con los progresos del resto de la ciudad”

2) La zona no dispones de un parque de grandes dimensiones en las cercanías.

3) El presidente de la Nación debe asegurar la salud y una vida más cómoda a sus habitantes

4) Las zonas consideradas son tierras fiscales y fértiles.

5) Es autoritario privatizar estas tierras mandándolas a remate.

6) Se anula con este decreto la ley 2373

7) El remate de estas tierras es autoritario y no adecuado a los intereses públicos

8) La construcción del parque no altera en modo alguno el progreso de la Ciudad

9) El parque va a formarse con personal organizado a tal fin

10) El parque debe tener un régimen semejante al Parque 3 de Febrero

 

 

1901 Estación Agronómica. Al año siguiente de su decreto de fundación del parque, el presidente  Roca modifica su  anterior decreto expresando:

 

Art 1º ) Apruébase el decreto del Poder Ejecutivo de fecha 4 de septiembre de 1901 disponiendo que los terrenos de la Chacarita de los Colegiales, destinado al Parque del Oeste se apliquen también a la fundación de la estación Agronómica, granja modelo y escuela práctica de agronomía siendo conveniente modificar el decreto del 28 de diciembre de 1900 que destinaba los lotes 11-12-13-14-y 15 de los terrenos de la Chacarita para la formación del Parque del Oeste Considerando:

 

1.- Que es evidente conveniencia aprovechar estos terrenos parta una Estación Agronómica para la creación de las escuelas citadas

2.- Que es provechoso que se abra una nueva vía a los jóvenes que tengan vocación por los productos de la tierra

3.-Que lejos de ser  opuesto a este nuevo destino de  los terrenos a la formación del paseo. la complementa  benéficamente, desde  que la extensión de los terrenos se presta para ambos objetos

 

El proyecto se inspira en los grandes parques públicos de las ciudades europeas y de la instalación en ellos de escuelas e institutos de experimentación   que se ocupan de la salud y conservación de las especies vegetales y animales existentes en estas áreas, como así también de su observación y estudio al estilo de la Escuela de Jardinería en nuestro Jardín Botánico, y del instituto de Zootecnia que funcionaba en La Rural para el 1900 y que no pudo ser eficazmente trasladado hasta bastante tiempo después.

 

El Poder Ejecutivo resolvió así asignar 185 hectáreas para el Parque del Oeste, de las cuales 30 serían ocupadas por la futura Estación Agronómica. El plano fue encargado al paisajista Carlos Thays, quien en esa época cumplía una década al frente de la Dirección de Paseos de la Municipalidad.

 

1903 El gobierno de la Ciudad crea “la Agronomía”  En marzo de ése año se aconseja al intendente Bollini formar el gran paseo público, que podía llamarse Parque Rawson en homenaje al  autor original del proyecto destinándole un área  de 80-100 Ha que finalmente y en consideración de las escuelas que se emplazarían allí finalmente se extendió a 185 Ha. Simultáneamente se realizan los planos de los edificios correspondientes a la actividad académica. La integración de la Ciudad y de la Escuela es tal que Thays proyectó el parque de acuerdo al las variaciones del terreno, incluyendo curvas para lograr mejores perspectivas. Delimitó zonas de recreación, de experimentación científica de cultivos, viveros, galpones, potreros y laboratorios. Dentro  de él incluyó las lagunas que se encontraban sobre la zona de Chorroarín.

 

1904 El gobierno nacional crea el Instituto Superior. El 18 de septiembre el presidente Roca le da a las escuelas del proyecto original el rango de Instituto Superior de Agronomía y Veterinaria, posteriormente reglamenta su funcionamiento académico sin  modificar en absoluto el proyecto del parque, de tal manera que el Ing. Carlos Thays continúa con su trabajo rellenando terrenos para aumentar la superficie aprovechable. Su preocupación mayor en ésa época consistía en conectar el gran Parque público con el resto de la ciudad.

 

En el trazado que Thays imagina, de estilo francés y que se corresponde con la idea de un gran óvalo con ramificaciones, la Quinta Agronómica está planificada según tres secciones. Una, dedicada a los cultivos y que responde a un diseño tradicional de franjas rectangulares, incluye plantas industriales, forrajeras y cerealeras. El segundo sector, separado del anterior por instalaciones para los animales finos, está trazado según un núcleo circular con dos alas, en cuyo centro se ubican la escuela y la administración de la Estación. La zona radial está dedicada a viveros de plantas indígenas, importadas, frutales, viñas, colecciones animales, potreros y laboratorios. Por fin, el tercer sector debía albergar a las colecciones botánicas.

 

El centro de enseñanza, como un núcleo concentrador, impulsó una serie de mejoras en la infraestructura del barrio, que aún presentaba chacras y huertas por aquí y allá. Las calles circundantes a la Facultad se mejoraron y adoquinaron, se construyó una estación del Ferrocarril Urquiza (en ese tiempo llamado "Tranway Rural a Vapor") sobre la actual Avda. Chorroarín y -poco a poco- las casas particulares fueron ocupando un territorio otrora virgen. Ese fue, exactamente, el origen del Barrio de Agronomía, las casas construidas alrededor de un parque y establecimiento educativo.

 

Estatua de Wenceslao Escalante en el predio de las facultades

 

Según el plan de Wenceslao Escalante, Ministro de Agricultura de gobierno de Roca y principal hacedor de la nueva institución el Instituto debía - dado que ya existían escuelas para este fin a nivel primario y secundario-   integrar y presidir el plan de enseñanza agrícola en el país. Según el decreto fundacional

 

1º: Preparar veterinarios e ingenieros agrónomos que sepan positiva, teórica y prácticamente las ciencias y técnicas respectivas, en el grado mayor de intensidad alcanzado en los mejores establecimientos análogos

 2º: Constituir un centro científico que, manteniendo relaciones con las instituciones análogas, siga el progreso universal de las ciencias y las artes correspondientes.

3º: Contribuir directamente al progreso agrícola del país procurando resolver sus problemas, con el auxilio de las ciencias y la experimentación manteniendo para ello los gabinetes, los laboratorios y estaciones de ensayo que sean necesarios.

 

 El decreto preveía la conformación de un plantel docente de excelencia, con profesionales contratados en el exterior y con los mejores recursos humanos que tenía el país en la materia. Se propone, además, premiar a los mejores alumnos con becas de estudios de postgrado en el exterior, con la posibilidad de ser ayudantes de laboratorio y, al cabo de dos años optar por el título de Doctor en Ciencias Agrarias o Veterinarias.

 

Por último, respecto de la dirección y gestión del establecimiento, el decreto dispone que quede a cargo de un Rector, con rango de Jefe de División en el Ministerio de Agricultura, y de un Consejo Directivo, cuya primera conformación contó con algunos de los más ilustres científicos de la época, como el paleontólogo Florentino Ameghino, el naturalista Angel Gallardo, Octavio Pico, José Lignieres, Joaquín Zabala, y una serie de destacados profesionales extranjeros, como Marcelo Conti, Kurt Wolffhügel, Salvador Baldasarre y Gualterio Davis. En el cargo de Rector, se designó al químico Pedro Arata.

 

El 25 de septiembre de 1904, una semana después de lo previsto originariamente, se realizó con todas pompa la inauguración del Instituto. Concluía por entonces el mandato de Roca al frente del gobierno nacional y tanto el presidente como el Ministro de Agricultura Wenceslao Escalante querían retirarse con el crédito de haber materializado el establecimiento de la nueva casa de estudios. A propósito, diría el subsecretario de Agricultura Carlos Ibarguren: "Escalante, previendo quizás que no volvería más al gobierno, entregaba a la juventud estudiosa este Instituto, el más preciado legado de su vida pública. Las innumerables dificultades y luchas que venció, para fundarlo en estos terrenos fiscales, reivindicados a poseedores particulares, pareciéronle compensadas ante la satisfacción de ver realizada su obra y construido el primer pabellón en medio del campo, inculto entonces."

 

El diario La Nación informó del acontecimiento en un artículo en el que anunciaba la presencia del Presidente de la República, el Ministro Escalante y otras personalidades invitadas, que llegarían al lugar en trenes expresamente fletados desde la estación Chacarita. El mismo periódico, al día siguiente, destacaba que el establecimiento había sido construido en el tiempo record de tres meses, También informaba que ya había 40 inscriptos para las clases que comenzarían ese mismo día. Una nota de color cerraba el artículo: "Terminada la ceremonia se sirvió un lunch, que dio ocasión a algunos concurrentes para emular en proezas del más deplorable mal gusto."

 

El barrio de Agronomía nace –como lo establece el decreto de la Legislatura de la Ciudad-  el 25 de septiembre 1904, fecha de la fundación del Instituto Superior de Agronomía y Veterinaria,  y mal podría hallarse un inicio más oportuno para el Barrio que la fundación del Instituto que le da el nombre y que determina se inicien las radicaciones en sus adyacencias  tanto de trabajadores como de estudiantes del interior y siendo ésta una obra propia del Gobierno de la Ciudad, -cedida a la Universidad luego de una primera promoción – es también esta fecha una muestra del aporte de la Ciudad y de su Dirección de Parques y Jardines a la creación de lo que años más tarde serían la facultades de Agronomía y Vetrerinaria de la UBA.  Los límites actuales del barrio establecidos por decreto municipal  son  las avenidas La Pampa, Del Carril, San Martín, Chorroarín y Donato Alvarez, hoy  Combatientes de Malvinas). El barrio, definitivamente, nació alrededor de un parque, cuya denominación histórica es  "de Agronomía", pero que tuvo otros nombres, tales como "Del Oeste", "Nacional" y "Buenos Aires".

 

Para la fecha de su inauguración el “Instituto” tenía sólo dos edificios terminados: el Pabellón de Química, donde se ubicaba la Administración y la mayor parte de las cátedras, y la Oficina de Meteorología, donde se dictarían las clases de Física. Además, se estaban construyendo otros dos pabellones (el de Anatomía y el de Biología, terminados en 1904 y  1905 respectivamente) En el  desarrolló del curso inicial se dictaron las siguientes materias: Física, Química, Botánica, Zoología, Agricultura General, Anatomía e Histología.

 

 

 

Parque Central Plano de 1907 AGN

 

 

1907 Primeros planos del Parque Central. Se editan los planos del Parque que incluyen los dos grupos de construcciones de los Institutos. Dada la cercanía con los programados festejos del Centenario de la Revolución de Mayo (1910) se pensó en utilizar el Parque como asiento de la Gran Exposición por considerarse que se lo podía acondicionar de tal manera que luciera como un pequeño  Boulogne.

 

1908 Primera promoción de egresados terciarios.  La labor del Instituto cosechó sus frutos con la primera promoción de Ingenieros Agrónomos y Médicos Veterinarios (en número de 20 y 36, respectivamente). Esta primera promoción fue también la última que salió del Instituto Superior de Agricultura y Veterinaria porque al año siguiente   el  Instituto de Agricultura y Veterinaria pasaría  a la  Universidad de Buenos Aires.

 

1909 El Instituto pasa a la Universidad. En mayo de dicho año el Poder Ejecutivo Nacional decidió la anexión de la institución a la Universidad. Según el parecer del ministro de Instrucción Pública Rómulo S. Naón, era preocupante que el Instituto dependiera del Ministerio de Agricultura y no de su cartera, ya que este estatuto le daba un sesgo de institución para la formación industrial más que de una casa de altos estudios. Fue así que, según decreto del 10 de mayo, el Instituto Superior se transformó en Facultad de Agronomía y Veterinaria aceptada  el 1º de julio de 1909, por Consejo Superior de la Universidad, siendo esa la fecha oficial de anexión a la Facultad. En el mismo decreto se designa a Arata y a Ramón Cárcano como Decano y Vice-decano, respectivamente, y se elige al nuevo Consejo Directivo.

 

Pabellón Uballes 2004

 

 

1913 Pabellón Uballes.  Este año  se construyó un edificio con  destino exclusivo para alojamiento de estudiantes del interior. La construcción del Uballes fue una de las respuestas que se le dio a uno de los problemas más acuciantes de esa etapa: la escasez de alumnos, un fenómeno que persistía desde los primeros años de la institución y que no había variado en esa primera década.  En este contexto, la construcción del internado suponía dar alojamiento a un importante número de alumnos provenientes del interior, quienes con modestas becas y facilidades para establecerse, tenían ahora la posibilidad de estudiar. La iniciativa de las becas (32 en total, para los dos mejores estudiantes de cada provincia) había correspondido al rector Eufemio Uballes, por lo que el nuevo internado tomaría, en homenaje, su nombre.

 

El internado, el primero que existiera en alguna universidad del país, funcionó durante 10 años y dio, excelentes resultados ya que entre los becados hubo más tarde grandes profesionales. Con el tiempo, la ciudad fue creciendo hasta rodear la Facultad, lo que facilitó a los alumnos del Interior hospedarse en distintas pensiones cercanas.

 

La Granja Agrícola. En la década del 10, en reemplazo al Parque Zootécnico, que nunca terminó de consolidarse y prácticamente no funcionó se desarrolló la Granja Agrícola. Por contrario a lo acontecido allí con las ciencias zoológicas, la Granja contó con un plantel seleccionado de animales y terrenos vastos y apropiados (23 hectáreas y media). Su tambo fue uno de los más destacados del país y muchos de los animales ostentaron record de producción tanto a nivel nacional como internacional. Por esta época, se crearon también el Parque Avícola y la Sección de Apicultura. Algunas de las aves de la Facultad lograron primeros premios en las exposiciones

 

1917 El Ing Benito Carrasco.  El sucesor de Carlos Thays a cargo de Parques  y Jardines retoma el proyecto de Rawson y, respetando las instalaciones educativas propone para el Parque del Oeste  instalaciones recreativas y hasta un club deportivo, que es concretado muchos años después con la instalación del club Comunicaciones.

 

1928 Estación Arata Por entonces el acceso desde las Facultades a la vía pública era incómodo y difícil. Arata gestionó obstinadamente, hasta conseguirlo, la instalación de una estación de ferrocarril ubicada convenientemente (Parada Agronomía)." El rector Ricardo Rojas, durante la colación de grados ponderando la   labor deL Rector  Arata expresó "Cuanto ahora véis en estos lugares, no existía hace cuarenta años; todo esto ha sido obra de una sola generación, en el violento impulso del progreso argentino. Todavía vuestro primer decano, el sabio doctor Arata, pudo decir en un discurso que cuando se fundó el primitivo instituto transformado luego en Facultad, el establecimiento se reducía a unas modestas casillas y galpones en medio de unos campos sin árboles."  Así como el impulso inicial que dio lugar al nuevo instituto correspondió al Ministro Wenceslao Escalante, se le debe al doctor Pedro Arata que el proyecto se haya consumado.  Otras palabras que datan también de 1928, son las del profesor Cayetano Martinoli, y sirven parta ilustrar, por contraste, la tarea constructiva de Arata: "Hace casi un cuarto de siglo, allá en ese Parque del Oeste donde hoy surge rebosante de vida nuestra linda Facultad, no había otra cosa que terrenos baldíos, cubiertos en parte por lagunas, sin caminos internos ni de acceso, sin luz eléctrica ni aguas corrientes, sin ninguno de los principales recursos de la vida moderna."

 

 

1937 El esplendor del Parque Central. Recién este año  Benito Carrasco llevó al práctica un lago, prolongado en un arroyo sinuoso y otras iniciativas estéticas que embellecieron el parque hasta asemejarlo a su hermanito gemelo, creado en el mismo decreto de roca del 1901, el Parque 3 de febrero.. A estos proyectos se sumaron muchos otros destinados a embellecer el parque. Algunos de ellos proponían recuperar terrenos que ocupaba la Universidad en razón de considerar que éste parque podía constituirse  en  un bello y amplio paseo para  la Ciudad con muy poco costo de inversión. Al menos hasta  1937, con toda certeza, la ciudad colaboró intensamente con el diseño y conservación del Parque Agronomía.

 

 

1963  Títulos a favor de la Universidad.  Durante la presidencia de Frondizi se creó por ley la Ciudad Universitaria mediante la cesión de terrenos junto al Río de la Plata, la misma ley preveía la devolución de los terrenos de las Facultades de Agronomía y Veterinaria para su “urbanización y loteo”. Preservando tanto el pulmón verde de la Ciudad,  como el funcionamiento de las facultades Frondizi  vetó del artículo respectivo a la devolución de las tierras a la Ciudad. Derrocado Frondizi por un golpe militar el  Dr. José María Guido firma el decreto 1957 de fecha 15 de marzo de 1963 por el cual se le otorgan títulos de propiedad a la Universidad Nacional de Buenos Aires. En dicha fecha el depuesto presidente Frondizi acababa de salir de Martín García y estaba recluido en el Sur, el Congreso Nacional había sido disuelto, el peronismo estaba proscrito, y  la UCR estaba dividida.

 

1970 Fallo de la Corte Suprema. Luego de una intensa discusión doctrinaria, la Suprema Corte de Justicia declaró que entre los poderes no delegados a la Nación por las provincias, se encontraba el de dictar normas sobre policía de urbanismo y planeamiento (Autos Río Belén c/ Provincia de Buenos Aires. Fallos: T. 277 P. 313), terminando allí la discusión sobre incumbencias legislativas al respecto. Para misma esa época se estableció el Código de Planeamiento Urbano bajo la ordenanza N° 44.095 B.M. 18.717

 

1999 Inicio del conflicto con los vecinos. Ante la reiniciación de la construcción de dos importantes edificios en las proximidades de la puerta principal de las Facultades (inconclusos durante muchos años) los vecinos desarrollan una lucha desigual contra la Universidad con el fin de defender los espacios verdes de la Agronomía.

 

 

El reclamo –ampliamente reflejado en la prensa local y nacional- se basa en que si la propiedad de la tierra fuera ajena a las leyes que reglamentan su uso, podríamos decir que la Universidad podría  usar la tierra a su gusto y venderla para hacer un shoping o un campo de tiro y con lo percibido podría hacer también lo que quisiera. En cambio si la propiedad protegida esta vinculada al  el uso con el que se le ha cedido la tierra, entonces no habrá modo de desconocer  las limitaciones que imponen los decretos de la cesión, la tradición  del un uso -tradicionalmente compartido- y la calificación de Urbanización Parque sobre la que se asienta indubitablemente la propiedad del suelo. El 14 de setiembre Oscar Shuberoff, Rector de la Universidad de Buenos Aires, solicita - tardíamente y sin éxito- y al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la rezonificación vigente  desde 30 años antes estipulada por el Código de Planeamiento Urbano, aduciendo que los terrenos eran propiedad de la UBA, como si de la muy particular propiedad que la Universidad detenta se desprendiera un  uso irrestricto de  los terrenos.

 

2000 Nuevo Código de Planeamiento  Modifica el creado décadas atrás, tiene carácter de ley, y sus disposiciones  son de orden público, no pudiendo las convenciones particulares dejar sin efecto las mismas (art. 1.3.1. de la Ley 449, concordante con el art. 21 del Código Civil de la Nación). El artículo 2611 del Código Civil establece que las restricciones y límites al dominio impuestos en beneficio del interés público, y que son regidos por el Derecho Administrativo, que a diferencia de las normas civiles, tiene carácter local. El uso del suelo, de los edificios, estructuras e instalaciones, la apertura y el ensanche de vías públicas, la subdivisión y el englobamiento de parcelas, los volúmenes edificables, el tejido urbano y la preservación de los ámbitos históricos, arquitectónicos y paisajísticos y todos los aspectos que tengan relación con el ordenamiento del territorio de la ciudad, se rigen por esta norma. El Código de Planeamiento Urbano es Ley Nº 449, publicado en el Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires Nº 1044 del 9 de Octubre del 2000 y entró en vigencia el día 8 de noviembre del 2000. En él figuran claramente los predios de las Facultades de Agronomía y Veterinaria - Planchetas 10 y 11- como UP (Urbanización Parque) consecuentemente  regidos por el capítulo 5.4.10 de Código de Planeamiento.

 

"Plaza de la Defensa de los Espacios Verdes"  El 16 de Octubre  del 2000 los vecinos del Barrio Rawson en una pequeña rotonda en la puerta de las facultades la plaza  "De la Defensa de los Espacios Verdes" Luego cantar el Himno Nacional, vecinos y legisladores de distintos partidos entre ellos Adriana Zaccardi, Carlos Peirano, Patricia Pierángeli, Luis Groiso, Eduardo Jozami y Rubén Campos con participación de adultos y niños del barrio pintaron de verde su piso de asfalto y le dieron un abrazo simbólico bajo la  consigna de considerarla para siempre como "La reserva ecológica más pequeña del mundo" ya que es el único sector de la Urbanización Parque que no se encuentra dentro del predio de las facultades de Agronomía y Veterinaria. Los vecinos esperan con que este aparentemente pequeño  hito sirva como baluarte, para recordarle a gobernantes y gobernados la importancia  de preservar para las próximas generaciones los espacios verdes, el recurso más escaso de las grandes ciudades del futuro. En la pequeña plaza  se realizó poco después  un festival en el que estuvieron presentes los artistas Tarragó Ross Soledad Villamil, Irene Guiser, y Zuna Rocha al que concurrieron unos  500 vecinos de la zona quedando demostrado que plena de ideas, la plazoleta no era tan pequeña

 

Plaza de la Defensa de los Espacios Verdes 2004

 

2000 Convenio de Colaboración El 4 de Agosto  el Dr Enrique Olivera  -Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires- suscribe junto al Prof. Oscar Shuberoff  -Rector Universidad de Buenos Aires-  mediante el  Decreto  N° 1.327 el  Convenio de Colaboración  entre el Gobierno de la Ciudad y la Universidad de  de Buenos Aires, “con miras a posibilitar usos académicos, científicos y de extensión universitaria que la UBA desarrolle en el marco de la planificación estratégica de sus actividades, así como los usos que la Ciudad estime convenientes para satisfacer funciones de recreación, esparcimiento y de utilidad común para los habitantes de la Ciudad, con activa intervención vecinal en el proyecto”

 

 

Cabe agregar para finalizar, que la presente reseña no pretende ser nada más que lo que es: apretada síntesis de una temática  profunda y trascendente. Cuando el autor de estas líneas era un niño, el mundo tenía 300 millones de habitantes, 50 años después el mundo tiene  6.000 millones. Dentro de los próximos 50 años probablemente tendremos una población planetaria de más de  60 mil  millones, una Argentina de 150  millones y una Ciudad de Buenos Aires de no menos de 25  millones de habitantes. Para entonces –esperamos- el  viejo Cementerio del Oeste será un espacio verde con un sector histórico como lo es hoy La Recoleta (sin dudas ya se habrán eliminado las inhumaciones)  y junto a la Agronomía, el Parque Warnes, y los Playones de la Estación Paternal,  re-conformarán  el  Gran Parque Central. Tal vez lleve el nombre de su precursor, el Dr. Guillermo Rawson.

 

De este modo, combinando parques con  sembradíos, educación con compromiso, cementerios con ecología, e historia con futuro, el gobierno de esta Ciudad -ahora autónoma-  no habrá desaprovechado  la oportunidad de  recuperar también sus valores, rescatando los “utópicos” principios de laicos y jesuitas, e integrando a la Universidad con  los vecinos en la implementación de políticas agrarias tan urgentes hoy como ayer: paliar el hambre y la miseria que recurrentemente  nos envuelven y motorizar el aprovechamiento de los bienes del suelo en un país que por su extensión es el octavo del mundo.

 

Hemos puesto aquí lo más ordenadamente que pudimos, lo poco que sabemos del  pasado del Barrio Agronomía y su Parque Central.  Dentro de los  límites políticos del barrio y en su inmediata periferia  existen otros barrios de tanta o mayor identidad y numerosas instituciones cuyas historias se cruzan y entrelazan con las de la Agronomía. Concientes de que muy poco de ello hemos reflejado en este trabajo, aspiramos a  que nuestro aporte sea apenas un  principio. Sólo  nos resta  confiarle al amigo lector nuestro  mayor deseo: que la sumatoria de datos que aporta la  historia  pueda  ser una guía útil para nuestras acciones.

 

 

Lic. Víctor Ceferino Asa
De la Asociación Vecinos de la Agronomía y AdyacenciasTel/Fax (011) 4501-4529 E/Mail:  victorasa@justiniano.zzn.com

 

Junio del 2004

Fuentes:  Magnus Morner “Actividades políticas y económicas de los Jesuitas en el Río de la Plata – G Furlong y a. Paula “Manzana de las Luces colegio Grande de San Ignacio”Selim Abou: La República Jesuítica de los Guaraníes y su herencia - Junta de Estudios Históricos de Agronomía - Junta de Estudios Históricos de Chacarita Colegiales - Berjman, Sonia, Los grandes parques  urbanos de Buenos Aires hacia 1900 Materiales de asociaciones vecinales,  testimonios orales e investigación en Internet
 
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